Víctor (Diego Peretti) y Vera Garbo (Carla Peterson) lleva veinte años de casados. Él es gerente de recursos humanos en una gran empresa que vende insumos industriales; ella –pese a tener un título en Derecho- se ha convertido en una madre de tiempo completo. El matrimonio tiene cuatro hijos: Bruno (Martín Lacour), Lara (Agustina Cabo), Tato (Julián Baz) y Lolo (Lorenzo Winograd), que oscilan entre los dos y los 16 años. La actividad cotidiana que ocurre en la casa Garbo es demasiado caótica y la única que parece llevarla por buen puerto es Vera. Sin embargo, su tarea como regente del hogar es ignorada por sus hijos e incluso minimizada por su esposo, quien durante una conversación le comenta que lo único que hace es llevar a los hijos a la escuela y tiene el resto del día para hacer lo que ella desee. Al sentirse menospreciada por su familia, Vera decide tomar unas vacaciones en Perú y dejar el cuidado del hogar a cargo de su marido. Ante la ausencia de su esposa, Víctor comienza a replantearse las dificultades domésticas a las que se enfrenta su mujer, mientras intenta ascender de puesto en el trabajo y comprende lo poco que conoce a sus hijos.
Mamá se fue de viaje (2017) es el sexto largometraje que realiza el director Ariel Winograd (Mi primera boda, 2011; Sin hijos, 2015). Haciendo uso del género cómico, el cineasta relata una historia sobre el cambio de roles al que debe hacer frente un padre que ha dejado de lado a su familia en busca de un inalcanzable éxito laboral. El guion realizado por Juan y Mariano Vera (2 + 2, 2012; Malcriados, 2016) recurre en su mayoría a los lugares comunes de las comedias –caídas innecesarias, un padre incómodo ante los cambios hormonales de su hija, una mascota herida involuntariamente-, pero los empapan con una serie de sinsentidos como una lavadora que inunda el interior de una casa -de dos pisos- de espuma, una madre “abnegada” que se va de vacaciones y que –durante su viaje- solo llama una vez para saber si todo está bien y unos adolescentes que crean un vínculo instantáneo –jamás se detalla la forma en que la conexión sucede- con una niñera, Julia (Pilar Gamboa), quien resulta ser la mujer que su padre corrió de la empresa días antes debido a que existe una grabación de ella robando unos tornillos. El hartazgo al que el guion somete a los personajes sólo es efectivo en una escena que ocurre en una cancha de tenis, misma que intenta reflejar aquello que Lev Tolstói condensó de manera sublime en la primera oración de su novela Ana Karenina: “Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a su manera”. Pese al discurso a favor de las diferencias familiares que procura generar, Mamá se fue de viaje no posee la profundidad para ahondar en la significación de los cambios de roles contemporáneos –ni intenta hacerlo-, brindando sólo una mirada superficial que ha sido retratada en el cine y la televisión estadounidense en repetidas ocasiones, un claro ejemplo es que la comedia familiar argentina mantiene una similitud latente con el episodio Homero se queda solo –de la serie animada Los Simpsons-, que plantea las mismas cuestiones sobre los quehaceres domésticos e invisibilidad de la figura matriarcal.
Fecha de estreno en México: 24 de agosto, 2018.