Así como Michael Jackson es conocido como el “rey del pop”, Bob Marley sin lugar a dudas es el “rey del reggae”, y de la marihuana. Sin embargo, con este documental, Kevin Macdonald no lo retrata desde ninguna de estas dos ópticas que quizá hubiera sido el camino más fácil. Lo que él hace es un filme efectivo sobre un mulato de origen humilde, repudiado por sus compatriotas, y sobre su meteórico ascenso al estrellato gracias a su música, que siguió interpretando aún cuando estaba luchando contra el cáncer. Todo esto es acompañado por tomas aéreas de Nine Mile, el lugar que lo vio crecer y desarrollarse, que permiten visualizar lo aislado de su origen, así como entrevistas con todos los que conocieron a este singular hombre, desde su madre hasta sus amantes, sin dejar fuera a todos los involucrados en su música.
En un afán totalizador, Macdonald muestra todos los aspectos que lo conformaron como individuo: su postura política, religiosa, lo que hacía en su tiempo libre, su visión del amor, entre otras tantas cosas. Pero gracias a que todo es presentado de manera cronológica y a que el director sabe balancear los temas, ninguno llega a abrumar al espectador ni a desviarnos del eje del documental: Bob Marley. Si bien la música es un aspecto central de este documental, el director acierta al no mostrar a Bob solamente como músico, sino como hombre en todas sus facetas. Gracias a esto el filme podrá captar la atención de cualquier individuo sin importar que le guste o no la música del jamaiquino.
JEMCH (@makoss1)