A pesar de tener un título profesional como Ingeniero Químico, Teo (Osvaldo Benavides) es un joven entusiasta que ha decidido renunciar a su carrera para seguir su verdadera pasión: la actuación. Pero sus esfuerzos han servido de poco; sólo ha obtenido pequeños roles secundarios, si no es que insignificantes, en comerciales televisivos. Cuando se entera de un casting teatral para el papel protagónico en Rey Lear, de William Shakespeare, Teo -a pesar de su juventud- siente que el personaje está confeccionado a su talla y medida debido a que su mala racha -incluyendo una crisis económica que lo orilla al desalojo del departamento que rentaba- es equiparable a la vida del rey mendigo que lo perdió todo. Con una impecable caracterización y un efectivo trabajo de maquillaje, Teo consigue la apariencia de un anciano de casi 80 años y, aunque sorprende a todos en su presentación, la decisión final será informada dentro de algunas semanas. Teo está completamente en la ruina y no puede esperar tanto tiempo. Cuando acude al Sindicato de Actores en busca de apoyo, se percata de un grave error en el registro: su fecha de nacimiento señala 1938, en lugar de 1983. Aprovechando la caracterización del rey Lear, Teo asume tal error para hacerse pasar por anciano y quedarse a vivir -con las comodidades y desventajas que implica- en la Casa del Actor, donde viven varias leyendas del cine mexicano.
Más sabe el diablo por viejo (2018), dirigida por Pepe Bojórquez (Luna escondida, 2012), es una comedia romántica que, además de seguir las peripecias profesionales de Teo, también traza las vicisitudes y los dilemas del protagonista cuando éste -bajo su disfraz de anciano- se enamora de Dafne (Sandra Echeverría), la joven pasante de medicina que realiza su servicio social en la Casa del Actor. Pero antes de llegar al predecible y aleccionador desenlace -en el que las mentiras piadosas son perdonadas, y en el que la relación amorosa se construye desde la seguridad de que se trata de dos jóvenes y no de un viejo con una muchachita-, el filme pretende explorar las implicaciones de la actuación y cuestionar las dinámicas de un actor, pero lo ejecuta desde una serie de superficialidades y lugares comunes (“la actuación como la más grande y bella de las mentiras”) y con un insuficiente conocimiento de cómo operan las estrategias metaficcionales dentro del relato cinematográfico. Una vez que se instala en la Casa del Actor y convive con aquellos viejos actores ya retirados (incluyendo a los personajes interpretados por Ignacio López Tarso, Isela Vega y Lorena Velázquez), Teo descubre que todos ellos comparten el mismo anhelo: volver a actuar. Entonces, el joven -bajo su apariencia de hombre de la tercera edad- le propone a Dafne elaborar una serie web para que los ancianos se sientan útiles nuevamente. A partir de ese momento, el filme se convierte en “una película sobre la elaboración de otra película” mostrando los inconvenientes y los absurdos que se presentan durante la escritura del guion, los ensayos, el rodaje y la postproducción de un proyecto audiovisual. Esta maniobra -más que arrojar luz sobre la creación de un producto audiovisual y su difusión por los medios digitales- es la trampa perfecta para ocultar los elementos inverosímiles, los baches narrativos y los sinsentidos de la historia de Teo. Más sabe el diablo por viejo termina por convertirse en una autoparodia intrascedente, en lugar de una introspección sensata.
Fecha de estreno en México: 26 de julio, 2018.