Después de perder a su padre en un fatídico accidente en el laboratorio de ciencias N-Tek, el joven Max McGrath (Ben Winchell) se traslada –en compañía de su madre (Maria Bello)– de ciudad en ciudad. Los cambios constantes de escuelas y amigos no le permiten darse cuenta de las tragedias que golpearon a su familia en el pasado. Sin embargo, cuando Max se instala en la misma ciudad donde su padre falleció, el joven entra en contacto con una extraña criatura alienígena, la cual le dará la clave para comprender su pasado y aprender a manejar sus extraños poderes vinculados a la capacidad de emitir energía líquida y manipular la electricidad.
Inspirado en las populares figuras de acción de Mattel, Max Steel (2016) es un filme de aventuras con elementos de ciencia ficción que retoma muy a la ligera la mayoría de los temas tradicionales del género de superhéroes –el descubrimiento de capacidades sobrehumanas, la adquisición de nuevos poderes, la lucha interna del héroe por descubrir su verdadera identidad, un territorio amenazado por una fuerza vengativa, el trayecto hacia esa peligrosa misión, una bella y atractiva dama en apuros que debe ser salvada–. Todos estos elementos forman parte de la fórmula que el director Stewart Hendler le imprime a su filme, pero lo hace de una manera muy torpe, insignificante y tediosa. Max Steel se mueve en los territorios de la mediocridad debido a las irregularidades en la edición, la nula creatividad para orquestar atractivas secuencias de acción, el exagerado uso de efectos digitales, el simplificado trayecto que emprende el protagonista y la insistencia en introducir la subtrama de un cursi amor adolescente.
Fecha de estreno en México: 29 de diciembre, 2016.