La civilización ha sido paralizada por una epidemia violenta que convierte a las personas en criaturas voraces, pero Melanie (Sennia Nanua) representa la esperanza. Ella es una niña híbrida que alberga la infección en su cerebro, pero todavía muestra la capacidad de pensar libremente. Esto significa que la doctora Caroline Caldwell (Glenn Close) puede estudiar a Melanie y a otros niños como ella desde la seguridad de una base militar británica. Cuando esta base es invadida por los “hambrientos”, Caldwell y Melanie huyen, acompañados del sargento Eddie Parks (Paddy Considine) y la profesora Helen Justineau (Gemma Arterton). La niña es vista como una responsabilidad, un aliado, una cura y una amenaza. Sin embargo, no hay tiempo para discutir, así que el grupo se sumerge en una travesía por el suelo británico para mantenerse a salvo.
Melanie: Apocalipsis zombi (The Girl With All the Gifts, 2016) es un filme mucho más reflexivo que la mayoría de las propuestas de zombis de la última década, con excepción de algunos ejemplos como Tren a Busan (2016). Las películas de zombis tradicionales retratan hordas de muertos caminando sin pensar en busca de carne humana; ciertamente ese elemento sigue presente aquí, pero el relato tiene un nivel de refinamiento que va más allá de la sangre habitual de este subgénero. El director escocés, Colm McCarthy (Outcast, 2010), le hace justicia cinematográfica a la novela homónima de Mike Carey, guionista de la película, y elabora –al igual que lo hizo Danny Boyle en 28 Days Later (2002)– una perspectiva punzante y visceral sobre el terror basado en el tema de la infección y su transmisión. El uso minimalista de los efectos especiales le permite a McCarthy construir lentamente la tensión. Algunos puntos intermedios se prolongan innecesariamente y llegan a sobrecargar la historia, pero, en el segundo acto, se desarrolla una impecable carrera contra el tiempo en la que los personajes deben resistir las brutales condiciones de vida impuestas por la epidemia. El más grande acierto del filme, que oscila entre el género del horror y la ciencia ficción, tiene que ver con el adorable desempeño de Nanua; esta chica infectada entiende la desesperación de las circunstancias y aún así arriesga su vida para ayudar a sus captores humanos. Ella es una rata de laboratorio enjaulada, pero cuando se le da libertad, no ataca a los que la mantienen encadenada. Nanua conserva tan maravillosamente un optimismo humano con pinceladas de nostalgia y desolación, sin olvidar que debe luchar contra sus impulsos hambrientos, al mismo tiempo que comprende el dolor que inflige. La joven actriz se mantiene equilibrada, sofisticada e inocentemente carismática; Melanie tiene todo el derecho de enojarse, pero ante todo busca el bienestar colectivo antes que el individual.
Fecha de estreno en México: 14 de julio, 2017.
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