Previo a su cumpleaños número 10, Ruby (Lidya Jewett) observa a una de sus compañeras de clase colapsar después de que sus ojos se iluminaran de un color azul y lograra aplastar su termo metálico sin necesidad de tocarlo. Este fue el inicio de la pandemia (un padecimiento llamado neurodegeneración idiopática aguda) que mató a más del 90% de la población infantil y juvenil a nivel mundial. Aquellos que lograron sobrevivir a la rara afección, desarrollaron distintos súper poderes a partir del color que sus ojos muestran: azul, para mover objetos con la mente; verde, una inteligencia superior; amarillo, la capacidad de manipular la electricidad; naranja, el control mental; y rojo, la habilidad de crear y controlar el fuego. Debido a sus extraños padecimientos, son recluidos en instalaciones gubernamentales para ser curados. Sin embargo, detrás del aparente proyecto altruista, solo hay un campo de trabajo donde mantienen recluidos a estos jóvenes. Han pasado seis años desde el brote, pero las cosas no han cambiado ni han encontrado una cura. Después de un nuevo método para diferenciar las cualidades de cada individuo, detectan en Ruby (Amandla Stenberg) la capacidad de manipular la memoria y los pensamientos de la gente, por lo que debe ser eliminada. La adolescente logra escapar del lugar con la ayuda de Cate (Mandy Moore), quien se hace pasar por una doctora pero en realidad es miembro de La Liga, una organización que recluta a los jóvenes para que en un futuro puedan luchar por su libertad. Ruby, desconfiada debido al tiempo que ha permanecido cautiva, huye de los miembros de La Liga y se refugia en una camioneta, donde Liam (Harris Dickinson), Zu (Miya Cech) y Chubs (Skylan Brooks) viajan. Pese a una primera negativa por parte del grupo, Ruby se une a ellos y juntos comienzan el viaje a un lugar donde puedan ser apreciados por lo que son.
Mentes poderosas (The Darkest Minds, 2018) es un filme dirigido por Jennifer Yuh Nelson (Kung Fu Panda 2, 2011; Kung Fu Panda 3, 2016), que se enfoca –al igual que Divergent, 2014; The Hunger Games, 2012; y The Maze Runner, 2014- en la audiencia adolescente para mostrar, a partir de una metáfora, las ansiedades, inseguridades y temores que suelen venir ligados a ese momento en la vida. Chad Hodge realiza una adaptación de la novela del mismo nombre de Alexandra Bracken, mostrando el viaje de este cuarteto juvenil en busca de un lugar de pertenencia. La película contiene guiños claros de la cultura pop; por ejemplo la forma en que Ruby le pide a uno de los personajes que se olvide de aquello que está haciendo y camine hacia su muerte (situación que visual y narrativamente es muy parecida a una escena del anime Death Note), o la referencia a la novela de Richard Adams, Watership Down, donde un grupo de conejos huyen de su lugar de origen para conocer diversas colonias animales con usos y costumbres diferentes a la suya. Incluso, en busca de cierta aceptación, el filme inserta la música de artistas de moda como Drake, Kendrick Lamar, Halsey y The Weeknd para mantener una mejor conexión con el público al que está dirigido. Pese al intento de la película por construir personajes entrañables –que hagan posible la creación de próximas secuelas-, el filme deja demasiados cabos sueltos a su paso. Desde la inexistencia de las figuras parentales que intenten recuperar a sus hijos, hasta la razón por la que Ruby logra borrar la memoria de sus dos padres, cuando en la escena ella sólo toca a su madre. Pese a sus deficiencias, la cinta mantiene una virtud importante, un mensaje hacia a aquellos adolescentes que se sienten diferentes y excluidos –por ello es que el grupo está construido por un elenco multirracial-, mostrando que son aquellas anomalías las que los hacen únicos y destacables.
Fecha de estreno en México: 3 de agosto, 2018.