#58Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional: Imperdibles y recomendaciones
Inspirada en la novela Medicine Woman del escritor neozelandés Witi Ihimaera, Mentiras blancas se centra en la nómada Paraiti (Whirimako Black), una mujer maorí considerada por su comunidad como una sanadora y bruja blanca, que tiene como misión preservar sus antiguas costumbres a pesar de que las leyes colonialistas de la volátil y racial Nueva Zelanda de 1920, prohíben que se ejerza la magia blanca como medio de sanación para los aldeanos. De carácter dominante, Paraiti, no se deja intimidar y continúa curando a los enfermos, sin embargo la muerte de una joven maorí y su bebé durante la labor de parto, provocan que la curandera se sienta culpable y decida abandonar las prácticas curativas rituales. Un día mientras Paraiti amina con su perro por las calles de su pueblo, una mujer la aborda y le suplica que atienda a su jefa, la esposa de un empresario local millonario. Se trata Maraea (Rachel House), leal trabajadora de Rebecca (Antonia Prebble), quien está embarazada y no precisamente de su , quien ha estado ausente por más de un año a causa de un largo viaje de negocios. La bella y joven Rebecca, de piel blanca y suave como la porcelana, necesita deshacerse del bebé antes del regreso de su esposo. Pero el embarazo va muy avanzado por lo que precisará de la ayuda de Paraiti para agilizar el proceso de parto. Paraiti acepta la encomienda, pero sus planes no son terminar con la vida del pequeño. Su objetivo es traer al niño con vida a pesar de lo que pase con la madre. El acercamiento a la vida privada de Rebecca, le revelan a Paraiti una serie de secretos de carácter racial y cultural. La interacción entre las tres mujeres se convierte en un estudio complejo del engaño, la posición social y el patrimonio. Mentiras blancas deviene en una pieza de cámara oscura e íntima que representa la lucha por la identidad de género y de una cultura ancestral. A pesar de sus paisajes bellamente filmados, del poderoso trabajo actoral de Black, la historia opta por una resolución melodramática digerible, regalándole al espectador un happy end predecible desde su segunda mitad.
VSM (@SofiaSanmarin)
Minicrítica realizada durante la 58 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional.