Zino (Tewfik Jallab), un joven de origen argelino radicado en Francia que trabaja como afinador de pianos, sufre la repentina y dolorosa muerte de su madre. Es necesario, como siempre en estos casos, arreglar los asuntos notariales de la herencia para que Zino tenga el consentimiento de su padre, Farid Chekib, de quien no ha tenido noticias desde hace varios años. El joven decide ir en busca del padre que nunca conoció para informarle sobre los recientes acontecimientos. Una vez que llega a la única dirección que tiene como pista para hallarlo -una escuela de danza oriental-, Zino se encuentra con Lola Chekib (Fanny Ardant), quien tiene el mismo apellido y la misma mirada que su padre, pero le informa que el hombre al que busca ya no está allí. Después de haber encontrado el coraje necesario para confesar la verdad, Lola se traslada a París para reunirse con Zino y explicarle la verdad. Un padre transexual es lo último que espera el joven y la relación entre los dos se tiñe de desprecio y rencor.
Dirigida por el franco-argelino Nadir Moknèche -cineasta que a lo largo de su filmografía ha colocado en el centro de su trabajo a figuras femeninas fuertes e independientes (Viva Laldjérie, 2004; Goodbye Morocco, 2012)-, Mi papá se llama Lola (Lola Pater, 2017) es una película que se centra en la relación entre el género masculino y femenino para narrar la historia de un joven que, en la búsqueda de su padre, encuentra a una nueva madre, con la intención de indagar en torno al proceso del duelo y la complejidad del vínculo padre-hijo. Sin embargo, el guion no profundiza en el drama de una elección radical, como el cambio de sexo. El director aprehende con modestia la decisión tomada por Farid de convertirse en Lola, pero nunca indaga en la desesperación de una situación que lo llevó desde Argelia a París y de París a un pueblo remoto, lo que lo llevó a abandonar a la mujer que amaba y a su pequeño hijo. Un sufrimiento que Moknèche quiere evocar con respeto, pero que no encuentra las estrategias adecuadas para conseguirlo. Incluso, la película relata con cierta ligereza, a veces incluso superficialidad, la conmoción de un hijo que descubre que tiene un progenitor y la conmoción de un padre que, después de encontrar una familia, teme perderla de nuevo. Destaca el trabajo de Fanny Ardant; la actriz francesa -prototipo de una feminidad elegante, misteriosa e independiente- interpreta a una transexual con tradiciones musulmanas; un hombre que decidió dejar la familia y el cuerpo que tenía para reconstruir una vida bajo las túnicas y prendas de Lola. La mirada penetrante, el cuerpo alto y esbelto y la voz profunda de Ardant juegan en beneficio del personaje.
Fecha de estreno en México: 8 de febrero, 2019.
Consulta horarios en: Cinépolis, Cinemex, Cineteca Nacional