El exvillano y ahora súper espía, Gru, pierde su trabajo cuando la exestrella de televisión infantil, Balthazar Bratt, roba el diamante más grande del mundo. Aunque cuenta con el apoyo de sus tres pequeñas hijas y esposa, Gru se decepciona al saber que sus súbditos, los Minions –generalmente fieles–, lo abandonan. El hombre necesita recuperar su reputación y trabajo. De manera inesperada la ayuda llega cuando se entera de la existencia de su gemelo Dru, un excéntrico multimillonario dispuesto a pasar tiempo con su hermano.
El brazo de animación de Universal, Illumination Entertainment, ha logrado que su franquicia Despicable Me –incluyendo el spin off de Minions– recaude, hasta antes del estreno de la tercera entrega, alrededor de 2,700 millones de dólares en la taquilla global, además de generar una lucrativa industria de mercancías, incluyendo ropa, juguetes y paseos en parques temáticos. Aunque lo más probable es que la imparable máquina de dinero continúe, la saga está a punto de convertirse en “Predictable Me”, debido a que en términos creativos –tanto forma como contenido– los directores Kyle Balda y Pierre Coffin son incapaces de ofrecer mecanismos y estrategias que se sientan revitalizantes. Aunque la trama nunca ha sido prioridad en estas películas, los dos primeros filmes lograron mostrar con sencillez y ternura la manera en que el villano luchó contra sus propios rencores y temores para convertirse en un cariñoso y responsable padre. Ahora, Mi villano favorito 3 (2017) ofrece un extenuante recorrido plagado de coloridas secuencias de acción, veloces persecuciones y ruidosos gags, pero sin humor sincero ni corazón genuino. Debido a que los Minions se han convertido en las estrellas del show, el filme le otorga mucha importancia a la subtrama de las criaturas amarillas, quienes, una vez que se alejan de su amo, comienzan una odisea que los conduce a la cárcel. Incluso, da la sensación que Gru y sus secuaces están separados en dos filmes distintos; sus caminos paralelos se unen sin cohesión narrativa hacia el final del relato en un disparatado y desordenado desenlace, olvidando por completo el centro emocional de la película: las dinámicas entre hermanos y la importancia de los lazos familiares.
Fecha de estreno en México: 29 de junio, 2017.