Después de sufrir múltiples robos, el Superintendente de la TIA (una agencia de espionaje) decide colocar una nueva caja de seguridad con tecnología de punta para resguardar información muy valiosa. Pero Jimmy el Locuaz, un demente criminal, decide asaltar la agencia para poner a prueba el sofisticado sistema de seguridad. De inmediato, para recuperar los documentos secretos, la TIA pide el auxilio del agente Filemón, un entusiasta hombre que con la ayuda de su fiel y ocurrente camarada, Mortadelo, se alista para una nueva misión.
La película de animación española, Mortadelo y Filemón contra Jimmy el locuaz (2014), dirigida por Javier Fesser (El milagro de P. Tinto, 1998; Camino, 2008) e inspirada en la historieta humorística creada por Francisco Ibáñez en 1958, posee un ritmo frenético; es un vaivén de persecuciones, aventuras, golpes y acrobacias que recurre a la comedia slapstick para capturar la atención del público infantil. Conforme avanza la historia se adhieren personajes secundarios –como El Trónchamulas y el profesor Bacterio–, subtramas innecesarias, un par de chistes subidos de tono y un trabajo de doblaje (a cargo de un elenco mexicano conformado por Facundo, Juan Carlos Nava, Eduardo España y Galilea Montijo, entre otros) incapaz de mantenerse al margen del contexto original de la película. El guión no ambiciona llevar al espectador a un escenario complejo; su única intención es elaborar un retrato caricaturesco de las películas de espías. Los personajes hiperrealistas –diseñados a partir de trazos grotescos y exagerados que buscan resaltar los defectos físicos– se burlan de la elegancia, inteligencia, fortaleza y belleza que han acompañado a la figura del superagente en la historia del cine. Destaca el trabajo de animación en CGI, a cargo del ilustrador Javier Abad y su equipo técnico, que logran capturar la esencia de la tira cómica para dotarla de tridimensionalidad y movimientos que se perciben naturales, elásticos, uniformes y sistemáticos. Por desgracia, el filme es repetitivo en el uso de gags, y el humor sencillo y absurdo roza, por momentos, con lo simplón y la torpeza. A diferencia de otros desquiciados agentes animados, como Los pingüinos de Madagascar, este filme dista mucho de ofrecer moralejas oportunas y lecciones de vida dirigidas a los niños.
Fecha de estreno en México: 15 de enero, 2016.