Riley (Imogen Poots), una de las jóvenes que pertenece a la sororidad de Hawthorne College, permanece en el campus con algunas de sus amigas y compañeras mientras es testigo de cómo el recinto comienza a vaciarse durante las vacaciones de invierno. En una de las fiestas organizada por una de las fraternidades, Riley debe enfrentarse al hombre que la agredió sexualmente tres años antes, ya que su hermana, Kris (Aleyse Shannon), la insta a ser fuerte y confrontarlo. Mientras tanto, las integrantes de la sororidad comienzan a desaparecer de modos extraños y violentos. La situación llega a un punto crítico cuando Riley, Kris, sus amigas Marty (Lily Donoghue) y Jesse (Brittany O'Grady) son atacadas en su casa por un asesino enmascarado. Para derrotar al agresor, Riley y las otras mujeres unen fuerzas con la intención de atraparlo.
En 1974, Bob Clark, futuro director de A Christmas Story, oscurecería los espíritus navideños con Black Christmas. La película se convirtió en un éxito de culto y un hito en el género de terror, por lo que cuando Hollywood pidió una nueva versión, terminamos con una versión olvidable en 2006. Ahora, la directora Sophia Takal y la guionista April Wolfe confeccionan una nueva interpretación centrada en las mujeres convirtiendo a Black Christmas en una historia ingeniosa y demasiado oportuna al abordar la violencia de género. Aunque el filme puede enmarcarse en el género slasher, Takal logra equilibrar el horror de la vieja escuela con una mirada firmemente femenina. Una mujer que camina por la calle con un hombre detrás de ella inspira tanta tensión y sospecha como los personajes que entran en habitaciones oscuras desconocidas. Lo que el guion dibuja tan hábilmente es hacer que Black Christmas inspire miedo y peligro. Imogen Poots interpreta al personaje principal de Riley Stone, una sobreviviente de violación que, a pesar de que le gustaría recuperar su vida, recuerda a su violador todos los días, ya sea en su apariencia real en el campus o en la fraternidad donde es venerado. Wolfe ha dicho que la película surgió a raíz de las audiencias de Brett Kavanaugh -el juez estadounidense acusado de abuso sexual- con un comentario muy certero que es familiar para cualquiera que haya visto esas audiencias. Pero más que su puntualidad, esta nueva versión plantea preguntas sobre las deficiencias de un sistema patriarcal. Casi todos los personajes femeninos representan a una generación joven que ha crecido sabiendo que, si van a la policía para preguntar por una amiga desaparecida, las autoridades las considerarán “histéricas, exageradas, locas o ansiosas”. Una vez que las chicas comienzan a desaparecer, adquiere una gran intensidad para cualquiera a quien no se le haya creído cuando se ha sentido preocupada por alguien a quien ama. Aparentemente, Black Christmas busca resaltar a las mujeres encontrando la fuerza dentro de sí mismas y dentro de sus lazos de solidaridad para luchar contra los opresores. Pero si bien eso habría sido suficiente para sostener el filme, la historia de Takal y Wolfe se enloda en el giro del tercer acto, que trae un nuevo elemento al relato que se siente completamente innecesario y se acerca demasiado al territorio ridículo del cine serie B. En lugar de reafirmar los temas de la película, el giro les resta valor, desembocando en una parodia de las posturas establecidas previamente.
Fecha de estreno en México: 19 de diciembre, 2019.