Pablo, apóstol de Cristo (Paul, Apostle of Christ, 2018) se sitúa en la Roma del emperador Nerón, tras el incendio de la ciudad y el inicio de la persecución de los cristianos. Lucas (Jim Caviezel), un doctor que vive en una comunidad de refugiados, logra infiltrarse en la prisión donde el apóstol Pablo (James Faulkner) vive sus últimos días. Tras algunas conversaciones con el apóstol, Lucas decide escribir cada enseñanza de Pablo para que su palabra se difunda en todas las regiones donde se ejerce clandestinamente el cristianismo, pero es encontrado por los guardias de la prisión. El prefecto del lugar es Mauritius (Olivier Martinez), un hombre que no está de acuerdo con la política de Nerón, pero acata las leyes romanas que se le inculcaron desde niño. Cuando la hija del oficial se enferma –y ningún doctor romano puede lograr sanarla-, acude a Pablo en busca de confort espiritual, lo que logra crear en el soldado cierta simpatía y aprecio por el condenado.
El director Andrew Hyatt, quien previamente había realizado Full of Grace en el año 2015 –historia que habla de los días posteriores a la muerte de Cristo y lo que sucede con María y los apóstoles-, se interna nuevamente en las narrativas bíblicas con Pablo, apóstol de Cristo, que muestra la brutalidad con la que fueron perseguidos los cristianos, debido a las políticas de cero tolerancia de Nerón. El guion, realizado por Hyatt, expone las vicisitudes de un pueblo que se ve obligado a huir de un lugar que creían propio y forjar una nueva comunidad en el camino. Pero la construcción de estos fugitivos es mínima, no poseen personalidad propia, pues pese a presentar personajes secundarios como Priscilla (Joanne Whalley) y Aquila (John Lynch), en realidad no hay mucho contexto sobre quienes son o al menos la razón por las que mantienen a un grupo de refugiados en su hogar. Contrario a esta falla, el personaje mejor estructurado es Pablo, donde -a través de flashbacks-, vemos su conversión, de un asesino de cristianos a un fiel creyente, así como una serie de profundas disertaciones que realiza para Lucas mientras se encuentran confinados en la mazmorra. La falla más grande dentro de la historia, es el intento de abordar dos ejes narrativos y descuidar uno en el trayecto; la intención de representar el nacimiento del cristianismo termina siendo opacada por la historia de Pablo, que si bien es interesante el drástico cambio que lleva al apóstol a ser quien es, se interrumpe con las revueltas de rebeldes cristianos que luchan por la libertad de su pueblo y de aquellos que prefieren ejercer la paz y salir del lugar sin derramar sangre. El filme está dedicado a “aquellos que han sido perseguidos por su fe”, pero lamentablemente no se habla de la tolerancia a otra religión distinta al cristianismo.
Fecha de estreno en México: 4 de mayo, 2018.
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