Ned (Bryan Cranston) es un hombre de familia arraigado al pasado, dueño de una empresa que está a punto de quebrar porque no ha sabido seguirle el paso a la tecnología. Es admirado por su hijo (Griffin Luck), que ignora la situación de la compañía al igual que su comprensiva esposa, Barb Fleming (Megan Mullally), una ferviente amante de KISS, quienes lo hacen sentir seguro y le brindan apoyo en cualquier situación. Todo se complica para la familia Fleming cuando el más grande orgullo de Ned, su hija mayor, Stephanie (Zoey Deutch), les presenta a su excéntrico y millonario novio, desarrollador de aplicaciones y videojuegos, Laird Mayhew (James Franco), en vísperas de Navidad.
El director y escritor John Hamburg, se ha hecho un nombre en la industria retratando momentos familiares incómodos que terminan en comedia. Lo hizo como guionista en Meet The Parents (2000) y Meet The Fockers (2004), que asentaron una fórmula efectiva para el subgénero cómico de la presentación del prometido de la novia inocente al papá celoso y sobreprotector, y el subsecuente conflicto que desata: hay un hombre de buen corazón (siempre mayor, según los estándares de Hollywood), que añora caerle bien a la familia por sobre todas las cosas, una novia locamente enamorada que está dispuesta a lo que sea para generar empatía entre su pareja y la familia, y, por último, pero un elemento esencial, el padre controlador con un miedo enfermo a que su hija universitaria esté teniendo sexo. Con Why Him? tenemos todo esto, pero subido de tono. Con la participación de Jonah Hill como coescritor, la cinta tiene leperadas al por mayor, que se equilibran de alguna manera con el carácter inseguro del novio, interpretado con una mezcla de rudeza de rappero y dulzura de cachorro por James Franco. El agudo instinto para tener éxito en el mundo actual que ostenta el novio, hace que crezca el desprecio del personaje de Cranston, quien en el fondo lo usa como válvula de escape para el enojo que le causa su propia incapacidad para estar al día en el mundo de los negocios. Laird es demasiado incoherente para poder ser tomado en serio, al grado de que se tatúa a toda la familia en la espalda para generar una buena primera impresión y de presumir, orgulloso, un alce disecado en su propia orina. El efecto cómico que pueda generar la película viene de parte de Cranston, Mullally y Keegan-Michael Key, como el asesor, maestro, mejor y único amigo de Laird, Gustav, quien le enseña defensa personal/parkour emboscándolo en cualquier momento del día, cosa que sólo pasa un par de veces en el filme. La mayoría de los intentos son exagerados para un hombre de la edad del personaje de Franco, quien escuda sus acciones tras la falta de padres y tras su solvencia económica, No existen sorpresas debido a lo previsible de las situaciones. La única incógnita que permanece es hasta dónde se llegará y cuánto tiempo se prolongarán los chistes en pantalla; con frecuencia son demasiado largos.