Pride aborda una extraordinaria historia sobre la unión entre dos congregaciones que podrían parecer diametralmente opuestas: los mineros galeses, y un grupo de gays y lesbianas de Londres. El primer punto de encuentro es la opresión que padecen por parte del gobierno, representado por los poco atractivos rostro y dentadura de Margaret Thatcher. Y aunque apenas se menciona a la Primera Ministra de Hierro, el enemigo en común y la solidaridad institucionalizada y originada por y desde los gays y lesbianas para apoyar las huelgas mineras, bajo el nombre Gays and Lesbians Support the Miners (Homosexuales y Lesbianas Apoyan a los Mineros) son los ingredientes que comienzan a diluir diferencias para encontrar seres humanos de la clase trabajadora británica con más intereses en común además de las pasiones políticas. Lo mejor de este episodio es que realmente sucedió, en 1984, para ser precisos, y que tuvo repercusiones positivamente trascendentales para ambos lados.
Tanto el guionista debutante (también actor de televisión), Stephen Beresford, como el director (hasta hace poco, más exitoso como dramaturgo), Matthew Warchus (Simpatico, 1999), no tienen interés alguno en experimentar con la forma. La historia, que por sí misma es ya inspiradora, tiene todos los tornillos calibrados para hacer reír, llorar, para estremecer, y hacer explotar según fórmulas ya probadas. Pero lo hacen con carácter, precisión y con una historia única y todavía relevante en su mensaje. El cast está elegido para mostrar diversidad en los tipos pero homogeneidad en el estilo, lo mismo sucede con el diseño de arte –que tanto en Gales como en Londres, de día o de noche, privilegia el rojo–, de vestuario –que llenará de ideas a los hipsters, en su versión más atrevida, citadina y extrafalaria, y también en la más doméstica y conservadora– y la música –una amplia gama de géneros y temas energizantes o melancólicos pero siempre ad hoc con el momento. Las historias individuales que se abordan son como pequeños riachuelos que se integran al más poderoso caudal de la historia siempre en un sospechoso timing perfecto. Temas ríspidos como salir del closet, aceptar las propias diferencias, desafiar a la familia o el SIDA son, sí, palomeados, pero no explorados a profundad. En Pride, además de la solidaridad y el orgullo, siempre triunfa la sonrisa sobre las lágrimas, ambas unidas a favor del aplauso.
SOR (@SofOchoa)
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Fecha de estreno en México: 3 de julio, 2015.