Durante sus primeros poco más de treinta minutos, Rezeta parece ser un malogrado filme más; con diálogos insulsos, trama que no parece ir a ningún lado, situaciones irrelevantes, interpretaciones irritantes. Pero, de pronto, el director comienza a apretar tuercas aquí y allá; pone en orden un acto al que le salía agua por todos lados. En parte, ayuda la consolidación del personaje de Alex, en buena medida gracias a la manera en que la forma en que Roger Mendoza va afinando su interpretación, con base en simpatía y carisma, y que incluso termina contagiando, para bien, a Rezeta (Rezeta Veliu). Pero, sobre todo, a que la trama se encarrila explorando con tacto y buen juicio el tema de los celos en una relación que empezó siendo amistosa, y en la que las confesiones de cuates se transforman en sombras que perturban la consolidación del truculento paso de la amistad al amor. El director elige bien las secuencias para desarrollar en pantalla ese proceso. El progreso de la relación de Alex y Rezeta no sólo es creible sino que logra involucrarnos e interesarnos por su desenlace.

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Minicrítica realizada durante el Festival Internacional de Cine de Morelia 2012.

Fecha de estreno en México: octubre 9, 2015.