Robin de Loxley (Taron Egerton) lleva una vida despreocupada como un aspirante a la nobleza que le dedica la mayor parte del tiempo a cortejar y seducir a su interés amoroso, Marian (Eve Hewson), con quien desea construir una vida en pareja, a pesar del acoso constante del malvado Sheriff de Nottingham (Ben Mendelsohn). Este último envía a Robin a Arabia para participar en las Cruzadas, pero en lugar de ser una misión se trata de un perverso plan para que el joven sea aniquilado en combate. Sin embargo, Robin demuestra su habilidad con el arco impresionando al guerrero islámico Yahya (Jamie Foxx), quien siente una curiosidad especial en su enemigo y le brinda ayuda. De esta manera, Robin consigue regresar a Inglaterra, descubriendo cómo el Sheriff gobierna la tierra tomando dinero de la comunidad minera de Nottingham para alimentar su alianza secreta con la Iglesia Católica, que quiere que se destruya el legado del Rey. Entrenado por Yahya, Robin se convierte en un mercenario, utilizando sus dones para robar a los ricos y dar a los pobres, creando una imagen de justicia y rebelión que el malvado Sheriff quiere que se apague.
Robin Hood (2018), un drama de acción y aventura dirigido por Otto Bathurst (Peaky Blinders, 2013), reimagina, reinterpreta y distorsiona los detalles específicos del popular forajido medieval para satisfacer las demandas de una nueva generación de espectadores. Esta decisión tiene como objetivo deconstruir la narrativa para centrarse en los orígenes de una figura heroica y resguardar muchas de las más atractivas aventuras de Robin Hood para una posible secuela. Desde el inicio, el guion -escrito por Ben Chandler y David James Kelly- alienta a los espectadores a “olvidar” la leyenda de Robin Hood que ha sido objeto de innumerables interpretaciones. Esta vaguedad tiene la intención de dar al director la oportunidad de crear su propio universo, creando un reino de fantasía donde algunos elementos -el vestuario o las armas- no pertenecen específicamente a la época medieval. El primer acto pretende crear un impacto profundo para borrar el heroísmo de una figura casi mítica; Robin actúa más por venganza que por injusticia, nublando así la supuesta nobleza del personaje. Por supuesto, Bathurst (un director de televisión) entra a un territorio que está fuera de sus alcances y capacidades. Durante gran parte del relato, la misión de Robin parece no tener interés ni sentido; mientras que se le dedica mucho tiempo al Sheriff, quien pronuncia aletargados monólogos para enfatizar su villanía. Egerton emplea la misma arrogancia acartonada que en Kingsman y la evolución de niño privilegiado a héroe popular tiene un impacto mínimo debido a que el protagonista está perdido en un mar de personajes secundarios poco complejos, reduciendo a Marian a un espacio lleno de escotes atrapada entre dos hombres que apenas le prestan atención. Robin Hood intenta impregnar energía y furia al relato mediante la representación de la violencia; mostrando batallas de flechas y vehículos fuera de control tirados por caballos, pero Bathurst no tiene un estilo propio sólo se percibe su gusto por las fórmulas del género: saturación de elementos al interior del cuadro y el montaje frenético.
Fecha de estreno en México: 30 de noviembre, 2018.
Consulta horarios en: Cinépolis, Cinemex