El oficial imperial Orson Krennic (Ben Mendelsohn) secuestra al científico Galen Erso (Mads Mikkelsen) para trabajar en la construcción de la Estrella de la Muerte, un letal artefacto que dará al Imperio el poder de destruir planetas enteros. La pequeña hija de Galen, Jyn, se escapa y es criada por el rebelde Saw Gerrera (Forest Whitaker). Años después, Jyn (Felicity Jones) es reclutada por la Alianza Rebelde para establecer una reunión con Saw, que es visto como un extremista. Trabajando con el capitán Cassian Andor (Diego Luna) y el reprogramado droide imperial K-2SO (Alan Tudyk), Jyn se dirige al planeta Jedha donde se encuentra con los protectores del templo Jedi –Chirrut Îmwe (Donnie Yen) y Baze Malbus (Jiang Wen)– así como el desertor imperial Bodhi Rook (Riz Ahmed). El recién conformado grupo va en busca de Galen con la intención de descubrir el secreto que les ayude a derrotar la nueva arma del Imperio.
Aunque el director Gareth Edwards (Godzilla, 2014) recurre a una trama bastante simple y directa (el grupo de rebeldes en una peligrosa misión para robar los planos de la Estrella de la Muerte), la película constantemente tartamudea en su narrativa –probablemente como resultado de los reshoots que pidieron los productores una vez que la filmación había concluido–. En este sentido, más que la trama, es el fatídico tono y la atmósfera teñida de oscuridad las que le permiten al espectador identificarse con las motivaciones y las posturas de los personajes. Algunos deplorables actos de Cassian muestran una malévola y siniestra faceta que poco se ha explorado de los rebeldes; la temprana apatía de Jyn es el reflejo de aquellos que utilizan el cinismo para sobrevivir cuando el mundo se desmorona a su alrededor; Bodhi representa la redención y el sacrificio; mientras que Chirrut y Baze demuestran la importancia de la Fuerza, incluso cuando no son Jedi. Con Rogue One: A Star Wars Story (2016), Edwards empuja a la saga fuera de su zona de confort para ofrecer una mirada compleja sobre el universo creado hace casi 40 años por George Lucas. Por primera vez en la historia de la franquicia, la rebelión se siente verdaderamente como un entramado diverso y complicado, en lugar de un grupo unido que siempre se había asociado únicamente a la lucha, la esperanza y la bondad. Las emocionantes batallas son un rasgo distintivo del universo Star Wars, y si bien es cierto que en el tercer acto Edwards muestra una impresionante batalla espacial, su ojo está concentrado y comprometido con la guerra que se desarrolla en tierra. El director busca enfatizar la labor individual de los soldados y la manera en que entregan sus vidas para cumplir su misión. En lugar de seguir a superhéroes invencibles, él muestra a personajes vulnerables dispuestos a aceptar su desafortunado destino.
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Fecha de estreno en México: 15 de diciembre, 2016.