El narcisista y egocéntrico exfutbolista Vincent (Arnaud Ducret) trabaja como entrenador de un equipo juvenil francés, pero sueña con una carrera como director técnico en China. Sin embargo, de manera inesperada aparece un elemento disruptivo en su vida diaria; se trata de Leonard (Max Baissette de Malglaive), su sobrino que puede romper todo en su camino o también puede mantenerse en silencio por largos periodos. Este adolescente autista vivió hasta entonces con los padres de Vincent, quienes los mantuvieron a una distancia segura, pero varias circunstancias obligan a Vincent a albergar temporalmente al niño en su enorme casa. La existencia del entrenador, que se cree libre y sin responsabilidades familiares, es empujada rápidamente por Leonard, un joven imbatible en el ajedrez que poco a poco comienza a estudiar las dinámicas del futbol y las sutilezas de una bola redonda en un campo verde. Todo esto bajo la mirada benévola de Mathilde (Alice David), una joven doctora con un gran corazón responsable de una clínica deportiva que se ocupará de los rasguños del sobrino, así como los errores del tío.
La premisa de Señor Sabelotodo (2018) consiste en enfatizar el contraste, la lucha de opuestos, las tensiones entre dos sujetos distintos: un niño cerebral, sensible y sabio frente a un adulto superficial, tosco y egoísta. Por supuesto, el dúo de directores Stéphan Archinard y François Prévôt-Leygonie quiere hacer lo mismo con los espectadores, sumergiéndonos en ambientes elegantes, prístinos y modernos en los que hay esperanzas de que Leo pueda adaptarse a una comunidad (en este caso, el equipo juvenil de futbol) mientras que los escenarios más antiguos muestran un encanto aristocrático, incluso el hospital psiquiátrico parece un spa con una decoración medieval, pero opresivo. Si algunas situaciones parecen simplistas -¿Puede un médico deportista diagnosticar el síndrome de Asperger? ¿Los médicos envían habitualmente autistas a una sala de psiquiatría?-, la aprehensión del autismo y las dificultades de integración social que padecen son particularmente convincentes. El filme deconstruye algunos prejuicios contra las personas autistas (los momentos de crisis a menudo quedan relegados de la cámara), y la historia -aunque no presenta sorpresas- tampoco recurre a giros dramáticos y manipuladores para representar la evolución de una relación familiar en la que tío y sobrino aprenden a convivir y descubren cualidades y fortalezas que creían no tener.
Fecha de estreno en México: 25 de diciembre, 2018.