En 1954, el coronel Carlos Castillo Armas derrocó a Jacobo Arbenz, un presidente democráticamente elegido en Guatemala. Los archivos de la CIA revelan que el gobierno de EE. UU. respaldó este golpe, ya que los ideales comunistas de Arbenz no se alineaban con los intereses económicos de la poderosa nación norteamericana. Armas derogó las reformas agrarias, despojando a miles de guatemaltecos pobres de sus tierras y sus privilegios de voto. Esto condujo a una rebelión y al eventual asesinato de Armas. Para 1960, Guatemala estaba inmersa en una violenta guerra civil, un conflicto que cobró más de 200,000 vidas y forzó a un millón de personas a abandonar sus hogares. Durante los siguientes 36 años, una serie de gobiernos dominados por los militares lucharon contra los grupos guerrilleros que representaban a los privados de derechos en Guatemala. Algunos gobernantes llegaron al poder a través de golpes militares; otros fueron elegidos, en medio de acusaciones de fraude generalizado. Hubo miles de muertes y desapariciones, particularmente durante el período de 1982 a 1983, cuando el general José Efraín Ríos Montt estaba al mando.
A partir del hallazgo del Diario Militar (un documento en el que se revela un listado de casi 200 personas desaparecidas a manos de la inteligencia militar guatemalteca), Ofelia, Salomón, Miguel y Paulo, familiares de desaparecidos durante el conflicto armado, deciden elaborar Sin miedo (2017), un documental para narrar, en primera persona, su búsqueda de justicia y la lucha de todo un colectivo de hijos, hermanos, madres y padres que se han organizado para mantener viva la memoria histórica. El colectivo depositó su confianza en el cineasta y videoartista Claudio Zulian, quien orienta a los participantes para darle forma a este variopinto catálogo de las formas de hacer memoria histórica (desde la revelación de los archivos familiares, la alusión a los materiales de archivo -periódicos y noticieros televisivos-, una serie de emotivos dibujos a color, o la puesta en escena para imaginar, reconstruir y recrear los modos de actuar de las autoridades antes de llevar a cabo las desapariciones). Zulian opta por una dimensión coral, en la que todas las voces tienen la misma importancia: las personas no sólo son retratadas, sino que también son partícipes activos como investigadores, entrevistados, entrevistadores y codirectores. Debido a ello, algunos desplazamientos de cámara -principalmente en la secuencia inicial- resultan improvisados y poco coreografiados, así como las narraciones en voz en off poseen una alta dosis de didactismo para situar al espectador en el contexto histórico particular. A pesar de ser un digno homenaje a los seres queridos perdidos, a la importancia de la revisión de la historia, Sin miedo no se estanca en los horrores del pasado, sino que desea resaltar la búsqueda y la obtención de la justicia que, si bien es un proceso lento, posee destellos de esperanza.
Fecha de estreno en México: 1 de junio, 2018.
Consulta horarios en: Cineteca Nacional