Todas las especies de animales –desde los osos blancos del Ártico hasta las jirafas de las sabanas africanas– son los habitantes de una moderna urbe en la que todos tienen el sueño de mostrarle al mundo sus habilidades para el canto. Buster Moon, un simpático y entusiasta koala se da cuenta de ello y decide, justo cuando su teatro está en la quiebra, organizar un concurso de canto en el que se entregará un premio muy atractivo. Después de muchas audiciones, Buster elige a Rosita (una cerdita que se dedica al hogar y las labores domésticas), Mike (un engreído y estafador ratón blanco que se gana la vida tocando su saxofón en las calles), Ash (una rebelde puercoespín aficionada del punk rock), Johnny (un joven gorila que busca alejarse de las actividades criminales de su padre) y Meena (una tímida elefante adolescente que padece pánico escénico).
Producido por Illumination Entertainment –la compañía responsable de Despicable Me y Minions–, Sing ¡Ven y canta! (Sing, 2016) es un filme de animación que, a primera vista, recuerda los muchos concursos televisivos sobre cantantes amateurs que suben al escenario para ser evaluados y recibir la noticia de si continúan o salen del programa. Pero los directores Christophe Lourdelet y Garth Jennings (The Hitchhiker's Guide to the Galaxy, 2005) logran darle un atractivo giro al esquema desgastado de la televisión para presentar una amplia variedad de animales con motivaciones que van mucho más allá de alcanzar la fama. Presentarse en un escenario implica la posibilidad de salir de la aburrida rutina de la ama de casa como lo expresa Rosita, o alejarse de la mafia tal como lo busca Johnny. La película es una colorida y frenética sucesión de canciones y bailes que le rinde homenaje a las artes escénicas, a las talentosas voces y a los populares ritmos de la historia de la música estadounidense que oscila desde Frank Sinatra hasta Katy Perry. El impulso cómico para mantener la atención de los niños proviene de la diferencia de tamaño de los animales y cómo las cualidades físicas de éstos afectan su desempeño en el escenario; por otra parte, el público adulto encontrará sutiles guiños al musical de Broadway, A Chorus Line, y a las películas The Band Wagon (1953) y Sunsent Boulevard (1950), aunque sin la carga sombría y desesperanzadora que Vincente Minnelli y Billy Wilder le impregnaron a sus respectivos filmes. Aunque la música es la verdadera protagonista de Sing ¡Ven y canta!, hay momentos en que la audacia técnica y la tensión dramática superan los números musicales. El trayecto de Buster Moon y su caída hasta las ruinas sirven como anclaje de este cálido y bienintencionado relato sobre el trabajo en equipo y la confrontación con los miedos, donde continuamente las notas musicales liberan el alma –a veces deprimida; otras, atormentada– de los personajes.
Fecha de estreno en México: 21 de diciembre, 2016.