Edward Snowden (Joseph Gordon-Levitt) es un joven que pertenece a una familia que siempre ha servido a su país. Él decide unirse al ejército, pero a causa de un accidente durante uno de los entrenamientos recibe una licencia forzosa. Sin olvidar sus deseos de colaboración y compromiso, Edward se integra al sector de las tecnologías de información de la CIA para más tarde integrarse al equipo de seguridad informática de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional). Durante su trabajo, Snowden descubre que los innumerables programas de vigilancia implementados por el gobierno de Estados Unidos no sólo observan a terroristas y sospechosos, sino también a todos los ciudadanos de quienes poseen rastros de toda su comunicación digital al grado de tener el control de algunas de las cámaras web del ordenador personal de los habitantes. Desilusionado de un sistema en el que creía firmemente, Edward comienza a recopilar cientos de documentos secretos para probar la violación de la privacidad de la gente.
Oliver Stone se enfoca en una nueva página en la historia de Norteamérica para revelar la hipocresía de una serie de ideales creados a partir de los principios de libertad que fueron la base de la fundación de Estados Unidos, pero que emplea sofisticados sistemas de vigilancia para realizar labores de espionaje contra sus ciudadanos. Mientras Citizenfour (2014), de la cineasta Laura Poitras, documentó las reuniones que la directora y dos periodistas (Glenn Greenwald y Ewen MacAskill) sostuvieron con Edward Snowden en Hong Kong en 2013, el veterano realizador estadounidense prefiere ahondar en la brillante mente de Snowden para comprender las razones por las cuáles un joven entusiasta, talentoso y comprometido pasó del honor y el servicio a la patria a vender los secretos mejor guardados de su nación, trazando el retrato de una de las figuras más polémicas del siglo XXI. El guión de Stone y Kieran Fitzgerald se apoya en las investigaciones elaboradas por el periodista inglés, Luke Harding, y en los testimonios del abogado ruso, Anatoly Kucherena, para confeccionar un dinámico thriller periodístico que traza el camino de un hombre honesto que se sumerge en las sombras para situarse entre la discreción, el deber moral, el honor a la patria y el compromiso social. Joseph Gordon-Levitt imita a la perfección el carácter humilde del hombre que se convirtió en el enemigo público número 1 de EE.UU. y traidor a los ojos de una buena cantidad de estadounidenses. Sus frágiles hombros cargan el peso de un secreto monumental que socavan sus ideales. Ahí radica el vigor del filme, en cómo el protagonista se somete a un riguroso examen de conciencia. Stone tiene una postura muy bien definida –aunque carente de la rabia y el vigor que contienen sus mejores filmes políticos como Platoon (1986) y JFK (1991)– y más allá de cuestionar si Snowden es un traidor que actúa en contra de los intereses de su país, o un héroe que sacrificó su libertad en defensa de los valores universales– el filme es un comentario agudo sobre los peligros y las responsabilidades que conllevan los sistemas de vigilancia extrema haciendo que el antiguo panóptico de Jeremy Bentham cobre relevancia en nuestros tiempos.
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Fecha de estreno en México: 18 de noviembre, 2016.