Elizabeth Sloane (Jessica Chastain) es la cabildera más temida en Washington, DC, pero ella no es tan cruel y sanguinaria como muchos creen. Cuando recibe una llamativa oferta para que elabore ideas sobre cómo hacer que las mujeres se interesen en las armas, ella se burla de la propuesta y rechaza el trabajo. Al enterarse de este suceso, Rodolfo Schmidt (Mark Strong), el jefe de la firma que planea luchar para que la ley de regulación de armas sea más estricta, se acerca a ella para contratarla. Sloane acepta, conforma a un equipo de jóvenes entusiastas y se prepara para hacer frente a su antigua compañía encabezada por George Dupont (Sam Waterston), quien buscará la manera de sacarla del juego.
Sola contra el poder (Miss Sloane, 2016) es un atractivo thriller político que ideológicamente no toma postura sobre el control de armas. Esta neutralidad funciona más como un acierto que como una falla; más allá de los debates polémicos en torno al tema, el director John Madden (Shakespeare in Love, 1998) y el debutante guionista Jonathan Perera están más interesados en mostrar el carácter rígido, la frialdad y la astucia de la protagonista que opera en medio de dos lados opuestos que recurren a métodos nefastos para conseguir el apoyo de los senadores. A pesar de que la propuesta visual del cinefotógrafo danés, Sebastian Blenkov (Adams æbler, 2005), es demasiado estática y poco imaginativa, los diálogos son rápidos, fluidos y constantes –muy al estilo de Aaron Sorkin en The Social Network (2010) y Steve Jobs (2015)– y la banda sonora de Max Richter (Shutter Island, 2010) guía de manera oportuna el ritmo de la película y acompaña apropiadamente los sutiles giros de tuerca de la narrativa del filme. Si bien es cierto que las actitudes pedantes y altivas de Sloane se vuelven predecibles, el ímpetu y el compromiso de Chastain hacen que su personaje sea atractivo en cada paso que da hasta llegar a su revelador acto final.
Fecha de estreno en México: 3 de marzo, 2017.