Película: Soles negros - ENFILME.COM
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Soles negros
Publicado el 30 - Abr - 2019
 
 
Julien Elie traza la cartografía de su rastreo, incluso proyectada en la pantalla de su propio filme de forma a un tiempo simbólica y como guía, con los puntos geográficos (Ciudad Juárez, Ciudad de México, Ecatepec, Veracruz, Tamaulipas y Guerrero)  de esos lugares representativos de la barbarie iluminados sobre un fondo oscuro, sitios donde mexicanos y mexicanas han muerto o han sido arrebatados violentamente de sus familias, de sus propias vidas. - ENFILME.COM
 
 
 
por Alfonso Flores-Durón y Martínez

Ve aquí nuestra Entrevista con Julien Elie (Soles negros)

La aparentemente irrefrenable violencia que se vive en México tiene diversos rostros y exige, también, ser registrada, investigada, denunciada, retratada en formas distintas. Más allá de la investigación periodística (que en muchos sitios del país se ve limitada tanto por la escasez de recursos de algunos medios, la amenaza a reporteros, la complicidad de los dueños de los propios medios y los políticos locales, incluso la desidia), el cine documental se ha interesado por, fiel a su intención para en los mejores casos ofrecer testimonios lo más certeros posibles de lo que ocurre en la realidad, atender la necesidad de que esas historias que otros medios no quieren o no pueden relatar, sean contadas, se conozcan. El trabajo de Julien Elie, Soles Negros, sobresale de inicio por dos cuestiones particulares: primero porque él es canadiense y, aunque evidentemente no es la  primera vez que un cineasta extranjero se interesa por abordar problemáticas sociales mexicanas, el filme exhibe rigurosa atención a los detalles que ofrecen contexto y desmenuzan complejidades; por el otro, porque se trata de un ejercicio descomunal que recorre el país y se detiene en varias regiones donde se suceden tenazmente feminicidios, crimenes vinculados al crimen organizado e, igualmente, tragedias propiciadas por el Estado o como resultado de su negligencia.  

El filme inicia con una historia aterradora que plantea los antecedentes del siniestro capítulo que posteriormente se conocería como el de “las muertas de Juárez”. Se menciona al personaje de Miguel Nazar Haro, un infame policía de temible fama que en los años setenta, en complicidad con influyentes empresarios chihuahuenses, secuestraba jovencitas de origen humilde para violarlas, prostituirlas o, sencillamente, para matarlas por diversión; así de cruel, así de salvaje, así de inhumano (o, más bien, como reflejo de esa parte tan enferma que involucra lo humano). En esos años se vivía el autoritarismo priista en su esplendor, un régimen de partido totalitario, del que formaba parte el que hoy es presidente de México quien tiene como una de sus misiones fundamentales, según dice y la sociedad le exige, acabar con la violencia que, precisamente en aquel momento, como el filme muestra, comenzó a institucionalizarse, a normalizarse. Desde entonces, el país no solo ha sufrido las consecuencias de aquello, sino que también padece la forma en que la falta de justicia y la impunidad han provocado que aquellas secuelas se multipliquen hasta provocar el estado de putrefacción actual. 

A partir de ese escenario, Julien Elie traza la cartografía de su rastreo, incluso proyectada en la pantalla de su propio filme de forma a un tiempo simbólica y como guía geográfica, con los puntos de esos lugares representativos de la barbarie (Ciudad Juárez, Ciudad de México, Ecatepec, Veracruz, Tamaulipas y Guerrero)  iluminados como pequeños soles sobre un fondo oscuro, sitios donde mexicanos y mexicanas han muerto o han sido arrebatados violentamente de sus familias, de sus propias vidas, sin que en muchos casos se tenga información oficial sólida sobre si verdaderamente fueron asesinados o siguen vivos, desprovistos de su identidad, trabajando en condiciones de esclavitud para el crimen organizado. El filme muestra que más que crímenes de Estado, lo que abundan son crímenes que involucran, por acción u omisión, la (in)competencia de importantes células del Estado Mexicano (porque si se generalizan las culpas, además, se diluyen las responsabilidades) que lejos de dar seguridad a sus ciudadanos, se vuelven cómplices o líderes de quienes perpetan los crimenes o, ya en el mejor de los casos, simplemente criminalizan a las víctimas y revictimizan a sus familiares. Un dantesco escenario del horror al que, parece, todos estamos expuestos. 

Gracias a la estructura narrativa que el realizador eligió para presentar un problema tan complejo, Soles negros permite al espectador constatar cómo la forma en que la violencia brutal y despiadada contra las mujeres fue permitida, tolerada, e incluso propiciada por la sociedad, posteriormente se expandió contra los periodistas, sacerdotes, activistas, migrantes y, en su paso destructor, ha terminado por arrastrar a la sociedad en su conjunto, a cualquier persona que forma parte de ella. La concatenación de historias trágicas, el inenarrable dolor que no hay disculpa promesa o compensación (cuando acaso las reciben) que en realidad pueda resarcir las pérdidas de quien las vive, y la forma en que el desconsuelo de disemina a través de todos los cercanos y conocidos de cada muerto y ausente, multiplicando la estela de devastación, es estremecedor. Toda la desolación, el miedo y la impotencia es registrada en un lacónico blanco y negro para evitar que cualquier centelleo de color pueda distraer la atención sobre la realidad que nos confronta y nos debe sacudir. Pero, al mismo tiempo, para brindar ligeros respiros al espectador dentro del estrépito de destrucción dentro de un discurso contundente, que apabulla y abruma (un auténtico puñetazo en la cara), Elie por momentos detiene la cámara y la fija en planos que se convierten en postales de evocativa belleza, de la que acaricia el alma y dibuja posibilidades de esperanza; la que encarnan quienes pese a la profanación que sus vidas han padecido, son capaces no solo de perdonar, sino de creer que es posible revertir el mal, reconstruir la convivencia social y encontrar la anhelada paz. Esos diminutos soles sobre un fondo tan, pero tan negro. Lúgubre.

Fecha de estreno en México: 27 de septiembre, 2019.

Consulta horarios en: CinépolisCinemex, Cineteca Nacional

Tráiler de "Soles negros" de Julien Elie from AMBULANTE on Vimeo.

 
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