Lenny (Adam Sandler) se muda con su familia a su pueblo natal donde podrá estar más cerca de sus amigos y criar a sus hijos en un ambiente sano lejos de la ciudad. Pero al llegar y encontrarse con lo viejos bullies, personajes esquizofrénicos y policías borrachos, se da cuenta que las cosas han cambiado y ya no son como él las recordaba. Sandler interpreta otra vez el papel de adulto que no quiere crecer y que al parecer se ha convertido en la especialidad de su repertorio.
En la segunda entrega de Son como niños, Adam Sandler, Kevin James, Chris Rock y David Spade explotan su talento con chistes planos, obscenos y carentes de emociones. Sin embargo, parece que cierto público disfruta ver el descenso vertiginoso de los tributos actorales de Adam Sandler (que aceleró el paso en Jack y Jill, 2011, o incluso antes). En su fin de semana de estreno, esta película recaudó más de 40 millones de dólares en Estados Unidos.
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