Te amaré eternamente (La corrispondenza, 2016), el más reciente filme del cineasta italiano, Giuseppe Tornatore (Cinema Paradiso, 1988; Malena, 2000), se centra en el intenso romance que sostienen Ed Phoerum (Jeremy Irons), un respetado profesor de astrofísica, con una de sus jóvenes estudiantes llamada Amy Ryan (Olga Kurylenko), quien es capaz de pagar sus propios estudios debido a que trabaja como ‘stunt’ para varios filmes de acción. Aunque su relación es intensa y honesta, ella parece ocultar un oscuro recuerdo de su pasado. Cuando Ed decide emprender un largo viaje para dictar conferencias y realizar investigaciones, la distancia geográfica entre la pareja aumenta y se ven obligados a comunicarse vía Skype, mensajes de texto y correos electrónicos. Un día, la joven ya no puede ponerse en contacto con el profesor, pero él sigue enviándole una serie de flores, regalos, mensajes de texto y grabaciones en video con la intención de aclararle adónde ha decidido ir.
Tornatore recurre a los mismos ingredientes de su filme anterior (The Best Offer, 2013): elegancia estilística, grandilocuencia en los diálogos, un hombre y una mujer, un misterio que se refiere a uno de los dos, el alejamiento y la separación, las barreras de comunicación (en The Best Offer era una pared y una puerta cerrada; aquí es la distancia que les obliga a comunicarse a través de Skype, mensajes de texto y correos electrónicos), un coro de personajes secundarios que observa a los protagonistas, los aconseja, los traiciona, los odia y tal vez los juzga. Todo ello con la ambición de construir una atmósfera misteriosa y enrarecida, donde el objetivo es mostrar las repercusiones de la ausencia. Muy temprano Olga Kurylenko se queda prácticamente sola arriba del escenario; la actriz ucraniana se esfuerza, pero no logra llevar a buen puerto todos los cuestionamientos, consejos y lecciones que –utilizando un tono erudito, a veces exageradamente cursi e insoportable– el profesor de astrofísica pronuncia constantemente sobre las dimensiones paralelas, las relaciones amorosas, las partículas de Dios, los bosones, las relaciones parentales. Por desgracia, el enigma principal se resuelve pronto dando paso a una reflexión más ambiciosa sobre las relaciones humanas y el amor: ¿qué es lo que queda cuando se termina un amor obstinado? ¿por qué surge la angustia ante el amor no correspondido? De esta manera Tornatore rompe la atmósfera de suspenso que resultaba evocadora en la primera parte, lo que obliga al espectador a esperar un nuevo giro que, lamentablemente, no llegará.
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Fecha de estreno en México: 29 de julio, 2016.