Después de ver Temple de acero (2010) será difícil olvidar a Hailee Steinfield, la actriz que tenía trece años cuando interpretó a Mattie Ross, esa dura, implacable y muy articulada protagonista que cruza el oeste en busca del asesino de su padre para matarlo. Jeff Bridges interpreta al alcohólico, hosco y seguramente apestoso asesino a sueldo que la acompaña en su travesía, Rooster Cogburn. Tan bien está escogido y dirigido el reparto, que hasta Matt Damon en su papel de ridículo ranger texano, que completa el trío de justicieros, da muestras de tener un carácter de dureza metálica.

Más que un refrito de la película de 1969, protagonizada por John Wayne, esta versión de Ethan y Joel Coen es una reinterpretación de la novela de Charles Portis de 1968. Los hermanos por primera vez se ciñen a las restricciones de un género, el western, pero a su manera: con una historia de venganza con tintes redentores y con un guión poco probable pero sumamente literario.

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