Después de tomar el cráneo del demonio de fuego llamado Surtur, Thor (Chris Hemsworth) cree que ha detenido el Ragnarok, la batalla que ocasiona el fin del mundo. Al regresar a Asgard, Thor se da cuenta de que las cosas están muy mal en su reino; él decide unir esfuerzos con su hermano Loki (Tom Hiddleston) para encontrar a su padre desaparecido, Odin (Anthony Hopkins). Lo que los hermanos realmente descubren es el regreso de Hela (Cate Blanchett), la Diosa de la Muerte, que está dispuesta a reclamar la totalidad de Asgard que se le negó hace mucho tiempo. En un cruel enfrentamiento, Hela expulsa a Thor a un planeta lejano gobernado por el excéntrico Gran Maestro (Jeff Goldblum), quien lo pone a trabajar en una arena de gladiadores desafiando al actual campeón, Hulk (Mark Ruffalo). El dios del trueno debe convencer a su amigo y compañero de salir de ahí para regresar a Asgard y evitar su destrucción a manos de Hela.
Desde la secuencia de apertura, Thor: Ragnarok (2017) establece su tono enérgico, hipercinético y burlón que dista mucho de las atmósferas de sus predecesores, filmes que se tomaban muy en serio el destino del héroe. Taika Waititi tiene un don para sacar a los actores de su zona de confort y llevarlos a situaciones cómicas y autoparódicas. El director neozelandés agrega una serie de absurdos y desquiciados acontecimientos que le permiten al héroe duro, tosco y voluminoso jugar con la improvisación y dando a Hemsworth una nueva perspectiva de un personaje que había caído en la monotonía. Tomando el mismo enfoque que en algunos de sus trabajos anteriores –incluyendo Eagle vs Shark (2007), la serie Flight of the Conchords (2007), What We Do in the Shadows (2014), Hunt for the Wilderpeople (2016)–, Waititi expulsa al dios del trueno de su natal Asgard, destroza su martillo y lo arroja en otro planeta en el que lo despojan de su condición de superhéroe. El director y su equipo de guionistas (Craig Kyle, Christopher Yost y Eric Pearson) no están demasiado preocupados por la trama; aunque hay algunos guiños obligatorios y referencias a las entregas anteriores, su enfoque se centra directamente en confeccionar situaciones cómicas desmantelando irónicamente las convenciones del cine de superhéroes. Waititi establece una fiesta colorida y eléctrica llena de monstruos, manipulaciones y desafíos, mientras que Cate Blanchett es una villana formidable. Impresionantemente, el director logra conservar su estilo de humor único mientras cumple sus obligaciones con la franquicia de Marvel.
Fecha de estreno en México: 2 de noviembre, 2017.