Después de una presentación fallida frente a los ejecutivos de su empresa de telecomunicaciones, Adam Cassidy (Liam Hemsworth) y su equipo son despedidos. Pero sus palabras no pasaron desapercibidas para Nicolas Wyatt (Gary Oldman), dueño y presidente del corporativo, quien reconoce la ambición del joven Cassidy y le propone volverlo su espía, a cambio recibirá un millón de dólares. Adam deberá infiltrarse en la compañía rival, propiedad del antiguo mentor de Wyatt, Jock Goddard (Harrison Ford), para robar el prototipo del próximo teléfono celular que lanzarán al mercado. Lo que Cassidy no imagina, es que pronto se encontrará en medio del fuego cruzado de esta guerra empresarial.
AS (@albertosandel)