Con sus cabellos fluorescentes y mágicos, los Trolls son pequeñas criaturas delirantes y extremadamente felices que se deleitan en su burbuja de colores con música pop y melodías alegres. Aunque viven en un estado perpetuo de felicidad –cantando, bailando y abrazándose todo el tiempo– pronto son obligados a enfrentarse a una terrible amenaza que los acecha. Los Bergens, monstruos detestables incapaces de sentir felicidad, deciden capturar a los Trolls porque saben que pueden alcanzar algunos niveles de alegría si se los comen. De esta manera, la líder del grupo, Poppy (Anna Kendrick), debe emprender una importante misión de rescate que implica abandonar su mundo colorido para adentrarse en territorios inexplorados y peligrosos.
Trolls (2016), filme producido por DreamWorks Animation, parte de una premisa sencilla –pero abordada de manera simplista– que pretende enseñarle a los niños que la felicidad no se encuentra en ningún sitio, sino que habita en el interior de cada uno. Walt Dohrn y Mike Mitchell, directores del filme, estructuran el relato a partir de la inventiva y exagerada inclusión de canciones para generar números musicales que ocultan los baches narrativos y resaltan todo el tiempo la alegría y el optimismo. Está claro que la intención de los animadores es crear un universo mágico y alegre, y para ello es necesario recurrir a una amplia gama de tonos y brillos para confeccionar un filme sumamente colorido donde destacan los detalles individuales de cada personaje, los movimientos que ejecutan y los escenarios que habitan, pero todo termina siendo tan exuberantemente dulce al grado de caer en la exasperación. El humor es escaso y predecible, y la capacidad para conmover se ve opacada por la necesidad de acelerar el ritmo con escenas de canto y baile desenfrenado y la burda caricaturización de los personajes.
Consulta horarios en: Cinépolis, Cinemex
Fecha de estreno en México: 4 de noviembre, 2016.