De buenas a primeras nos encontramos con Raphaël (François Civil), que siente una pasión inmensa por el acto de escribir y se compromete plenamente en la elaboración de su novela de ciencia ficción. Olivia (Joséphine Japy), su esposa, es una apasionada de la música y una virtuosa del piano. Uno de ellos comienza a tener éxito en su vida. Entrevistas en radio y televisión, apariciones en conferencias y congresos, ofertas y propuestas de casas editoriales impulsan el rápido ascenso de la carrera literaria de Raphaël. Si bien está contenta del crecimiento profesional de su esposo, Olivia comienza a sentir que ya no forma parte de las prioridades del exitoso escritor. Una noche discuten y al día siguiente él amanece en un mundo paralelo en el que no sólo es un profesor de literatura, sino que en el que Olivia, una exitosa y afamada pianista, está comprometida con otro hombre y no reconoce a Raphaël.
El cineasta francés Hugo Gélin confecciona una comedia romántica que navega entre la energía conmovedora y la frustración tímida, eminentemente comprensiva, que con gracia y generosidad cuestiona la evolución del amor a partir de los códigos del género, pero arropados con una dosis de fantasía. Al encontrar el equilibrio perfecto en el manejo de los sentimientos, Amor a segunda vista (Mon Inconnue, 2019) avanza como un equilibrista en un hilo tenue, susceptible a caer en lo inverosímil, pero nunca se rompe en gran parte gracias al carisma y compromiso de los protagonistas, quienes construyen un vínculo sólido en pantalla, dos fuerzas que se atraen, aunque ahora vivan en realidades distintas. El director cuestiona por qué el matrimonio de su relato se construye a partir de un líder y un súbdito -y no necesariamente esta distribución de roles se basa en el principio patriarcal-, encontrando que la armonía entre sus personajes es posible sólo cuando hay igualdad y puntos de vista comunes. Si bien es cierto que el guion caricaturiza por momentos algunas de las turbulencias de Raphaël en su lucha por reconquistar a Olivia, la puesta en escena discreta y refinada de Gélin le permite configurar imágenes seductoras, especialmente durante una escena nocturna junto al mar iluminada delicadamente por el cinefotógrafo Nicolas Massart.
Fecha de estreno en México: 14 de febrero, 2020.