En 1998, Lloyd (Matthew Rhys) se convierte en padre, dando la bienvenida a un bebé a su vida con su amable y comprensiva esposa, Andrea (Susan Kelechi Watson). También está muy preocupado por su pasado; se enfada cuando le piden reunirse con su padre, Jerry (Chris Cooper), para la boda de su hermana. Cuando la reunión termina en una pelea, Lloyd manifiesta el rencor que ha estado guardando durante algunos años. En su trabajo para la revista Esquire se le encomienda viajar a Pittsburgh para entrevistar a Fred Rogers (Tom Hanks) y escribir un artículo sobre héroes estadounidenses -aunque este tipo de tareas no es afín con sus estándares periodísticos-. A regañadientes, al reunirse con Fred, Lloyd es sorprendido por el anfitrión de “Mister Rogers’ Neighborhood”; no sólo conoce a la estrella del programa, sino que descubre a un hombre de fe que genuinamente se interesa en el valor emocional de los niños. Luchando contra el cinismo y el dolor que lo han extraviado durante años, Lloyd comienza a crear una conexión de amistad con Fred que le brinda la oportunidad de hacer las paces con su ira.
Un buen día en el vecindario (A Beautiful Day in the Neighborhood, 2019), dirigida por Marielle Heller (Can You Ever Forgive Me?, 2018), no es una biografía sobre el querido presentador de televisión infantil Fred Rogers, sino una comprensión profunda de su misión de identificar las emociones y celebrar a las personas. Heller conserva las limitaciones técnicas del programa original “Mister Rogers' Neighborhood” para ayudar a crear el ambiente y la atmósfera del filme. La cinematografía reproduce la estética y el aspecto de baja resolución, mientras que las maquetas del vecindario funcionan como transiciones entre actos y sirven para establecer no sólo el mundo de la televisión de Fred, sino que también son motores de la narración visual, con modelos de la ciudad de Nueva York, Pittsburgh y aeropuertos empleados para mantener la modesta magia del programa que parece expandirse hacia el universo de Lloyd. El guion de Micah Fitzerman-Blue y Noah Harpster se acerca al universo de Rogers con cuidado, siendo respetuoso pero honesto con el presentador, mientras muestra una atención precisa a lo que lo convirtió en una fuente de consuelo para millones de espectadores. Hay un sentimiento que fluye a lo largo del filme y que es dirigido por Tom Hanks, quien asciende a nuevas alturas profesionales interpretando a Fred Rogers no como un ícono, sino como un ser de inmensa compasión y curiosidad, evitando caricaturizarlo, encontrando el equilibrio adecuado para que no parezca una imitación y así poder clavar absolutamente en la esencia de un hombre aparentemente simple, pero decididamente complejo. Hanks es capaz de profundizar y aprovechar la humanidad subyacente de Rogers, demostrando que incluso él no es una persona perfecta y se enfrenta al dolor personal. Un buen día en el vecindario mantiene a Fred humano; un hombre que protege sus propios procesos emocionales, que se canalizan en un golpe simbólico de teclas de piano para comunicar una liberación de malos sentimientos. En última instancia, la película es una conmovedora historia humanista de solidaridad, amistad y perdón que ofrece a los espectadores una experiencia encantadora y sincera.
Fecha de estreno en México: 10 de enero, 2020.