El experimentado detective Bennie Black (Jackie Chan) ha perseguido durante varios años al jefe de la mafia de Hong Kong, Victor Wong (Winston Chao). Cuando su joven sobrina Samatha (Fan Bingbing) se mete en problemas con el grupo de criminales de Wong en un casino de Macao, Bennie se ve obligado a localizar al único hombre que puede ayudarlo a detener la amenaza: el talentoso estafador y apostador estadounidense Connor Watts (Johnny Knoxville), quien al mismo tiempo lucha por no ser capturado por las mafias rusa y china.
Una pareja dispareja (Skiptrace, 2016) es una nefasta mezcolanza que oscila entre el cine de acción y el relato de criminales recurriendo constantemente a los tropos de la comedia, las acrobacias de las artes marciales y los trayectos de las road movies sin llegar a una meta concreta. Aunque el director Renny Harlin posee mucha experiencia en el terreno de la acción –quizá Die Hard 2 (1990) y Cliffhanger (1993) son sus mejores trabajos hasta el momento–, su nueva incursión en el género evidencia que se ha quedado estancado en el pasado. Las persecuciones de Una pareja dispareja son repetitivas, absurdas y decepcionantes. El filme posee una trama tediosa, una dirección torpe y una aventura que aspira a ser divertida, pero fracasa en el intento debido a la nula química que existe entre sus protagonistas y la pobre capacidad histriónica de Johnny Knoxville (conocido por ser el cocreador de Jackass), quien nunca puede otorgarle la capa de verosimilitud y complejidad que su personaje, al ser un estafador en busca de redención, requiere. Filmada en varios lugares fascinantes de Asia, la película podría hacer alarde de su aspecto visual (los paisajes de Mongolia o la arquitectura urbana de Hong Kong), pero el uso exacerbado del CGI y la edición descuidada arruinan constantemente el potencial atractivo de la película.
Fecha de estreno en México: 19 de agosto, 2016.