El veterano realizador Bertrand Tavernier es el escolta de ensueño en este apasionante estudio de la historia del cine francés. El amor profundo de Tavernier le agrega un resplandor especial a cada marco de las docenas de tesoros del celuloide incluidos en Viaje por el cine francés (2016). La estructura de la película es atractivamente casual, pero siempre enfocada y articulada; es casi una conversación con Tavernier, cada fragmento de filme es analizado en amplitud y, a partir de un detalle o una anécdota que funcionan como reminiscencias, el director salta a otra película o autor para darle continuidad y fluidez a su exposición. Tavernier posee un incisivo ojo y hace observaciones de todo tipo; no duda en señalar cómo Jean Renoir fue duramente acusado de antisemita durante la guerra, a quien por otra parte alaba con justicia por la técnica magistral que empleó en sus relatos. También enfatiza la gentil humanidad que François Truffaut siempre reflejó en su obra; al mismo tiempo que comparte la empatía y la inteligencia de ese director tan querido y extrañado.
Los tres temas básicos que Tavernier aborda son: los directores con los que ha trabajado (Jean-Pierre Melville, Volker Schlöndorff, Claude Sautet), el uso de la música en el cine (específicamente analiza la obra de los compositores Maurice Jaubert y Joseph Kosma) y los directores a los que admiró en su infancia y juventud (por ejemplo, Jacques Becker y Edmond T. Gréville) Las privaciones de la Segunda Guerra Mundial lo convirtieron en un niño enfermo que se sumergió en las películas y más tarde encontró trabajo en el negocio, primero como ayudante de Melville, luego como publicista de la compañía Roma- Paris Films (la misma que respaldó y lanzó la maravillosa Sin aliento de Jean-Luc Godard) y luego crítico de cine antes de convertirse en director. El vasto conocimiento de historia del cine y análisis de la imagen que posee Tavernier es evidente en cada segundo de Viaje por el cine francés, que tiene 200 minutos de duración, pero vuela con soltura y entusiasmo. La crónica personal del director de su fascinación por el arte cinematográfico se hace tan encantadora y admirablemente, que el espectador desea que se prolongue durante varias horas más. En última instancia, se trata de una carta de amor directamente desde el corazón de Tavernier a las películas, actores, directores, compositores, escritores y fotógrafos que han significado tanto para él, y que desempeñaron un papel sumamente crucial en la historia y la evolución del cine francés.
Fecha de estreno en México: 25 de agosto, 2017.
Consulta horarios en: Cinépolis, Cineteca Nacional