En 1887, hacia el final de su reinado, la Reina Victoria (Judi Dench) favoreció y estableció un vínculo muy estrecho con Abdul Karim (Ali Fazal), un indio musulmán que comenzó su relación no convencional como sirviente, pero pronto se convirtió en su confidente y amigo. Victoria se refirió a él como su ‘munshi’ (maestro o guía espiritual), pero su presencia y elevación en la sociedad ofendió a muchos de los más cercanos a ella.
Judi Dench hace un extraordinario trabajo como la reina, transmitiendo apatía y melancolía con gran efecto. Aunque su riqueza, estatus y privilegio es innegable, también lo es su cansancio y soledad conmovedoramente creíbles. Abdul, aunque interpretado con encanto y carisma por Ali Fazal, está completamente desprovisto de complejidades. Sus motivos, sueños, objetivos y compromisos se reducen a simplemente adorar a la reina. Él es un fanático antes de conocerla y, a medida que su relación progresa, le dice que la considera aún más importante que su propia pobre esposa. En ese momento, de manera muy tímida y liviana, el guion de Lee Hall (Billy Elliot, 2000) explica los sentimientos de ambos para no enturbiar su relación. Victoria y Abdul (2017) es una película extremadamente legible en la edificación de intenciones: muestra las malsanas dinámicas del clasismo y el racismo de aquellos que rodean a Victoria; que celebra las bondades y aprendizajes del multiculturalismo; y que, al mostrar cómo una de las monarcas británicas más poderosas de la historia aprendió urdu y estudió el Corán, pretende lanzar un mensaje bienintencionado y aleccionador a los líderes políticos del mundo actual. Pero en el fondo, parece que otra de las intenciones es perdonar las transgresiones de todo un imperio sólo porque un soberano respetaba a un hombre.
Fecha de estreno en México: 24 de noviembre, 2017.
Consulta horarios en: Cinemex