Luego de unas vacaciones familiares en una playa de Oaxaca, Luz (Úrsula Pruneda) sufre una embolia. Su esposo –un hombre poco paciente e impulsivo– decide trasladarla al hospital, y de inmediato busca regresar a la Ciudad de México. Ante la emergencia, los hijos –Omar (Sebastián Cobos) y Karina (Valentina Buzzurro)– deben emprender, por su cuenta, el regreso a casa. Así comienza una larga travesía donde pasan por Oaxaca, Hidalgo, Querétaro, y cuando están cada vez más cerca de su objetivo, se comunican con su padre y éste les avisa que lo mejor es que se vayan con la abuela, que vive en Paquimé (Chihuahua).
El director Alejandro Gerber (Vaho, 2009) construye la narrativa a partir de una serie de eventos desafortunados para que los protagonistas se encuentren con una cadena de adultos peculiares que representan desconfianza y peligro. En sus trayectos, los hermanos tienen que lidiar con carreteras bloqueadas, protestas, masacres en comunidades indígenas, retenes a cargo de los soldados, un zapoteca prepotente, un camionero burlón, un campesino que cree en ovnis. Los largos trayectos –ya sean calurosas terracerías, caminos empedrados o amplias carreteras– sirven para representar visualmente la madurez de un niño de 15 años y su hermana de 13. Ambos se ven en la necesidad de convivir y protegerse entre sí, en una atmósfera de hastío, violencia, impunidad e inseguridad. A pesar de la poca experiencia en cine de los muy jóvenes actores, Cobos y Buzzurro interpretan con ferocidad y ternura las pequeñas riñas e irritaciones que se manifiestan en una relación de hermanos; el vínculo entre ambos se vuelve creíble, y sus funciones son fundamentales para sostener la odisea de recorrer gran parte del país.
LFG (@luisfer_crimi)
Consulta horarios en: Cineteca Nacional, Cine Tonalá
Fecha de estreno en México: 10 de julio, 2015