Veronica (Viola Davis) está casada con Harry (Liam Neeson), pero elige no poner mucha atención en la faceta criminal de su esposo. Cuando Harry muere mientras intenta llevar a cabo un atraco, su viuda debe reestructurar su existencia. En la vida de Veronica aparece Jamal (Brian Tyree Henry), un estafador que se postula para un cargo político en Chicago y que no está contento de que Harry le haya robado. Al exigir la devolución de las pérdidas y poner un plazo de 30 días para que Veronica enmiende los errores de su difunto esposo, Jamal regresa a su trabajo diario en contra de Jack (Colin Farrell), un político reacio que intenta llenar los zapatos de su padre (Robert Duvall). Ante una muerte segura, si se niega a pagar la deuda, Veronica recluta a otras viudas, incluidas Alice (Elizabeth Debicki) y Linda (Michelle Rodriguez), para que participen en un plan para ejecutar un robo que les permita resolver algunos de los muchos problemas que cada una de ellas enfrenta.
Luego de explorar el comportamiento inhumano y sombrío en las atmósferas sofocantes y perturbadoras de sus dos primeras obras cinematográficas, Hunger (2008) y Shame (2011), el videoartista y cineasta británico, Steve McQueen, decidió ingresar a Hollywood para reflexionar en torno a las crueldades de la esclavitud con su película ganadora del Oscar, 12 Years a Slave (2013). Ahora, con Viudas (Widows, 2018), el director claramente está decidido a seguir explorando las convenciones de la industria para confeccionar un drama áspero, pero también diseñado para arrojar algunas complacencias en el camino. McQueen une esfuerzos con la escritora Gillian Flynn -cuyas novelas han inspirado las versiones cinematográficas de Gone Girl (Dir. David Fincher, 2014), Dark Places (Dir. Gilles Paquet-Brenner, 2015) y la serie televisiva Sharp Objects (Dir. Jean-Marc Vallée, 2018)- para crear una nueva versión de la serie criminal británica emitida por primera vez en 1983. El guion no ofrece una simple historia de venganza; Flynn y McQueen aprovechan la oportunidad para dar a los personajes un sentido completo de la vida en Chicago, un lugar donde gobierna la división de clases, la ambición y la corrupción. Las viudas son poderosas, complejas y fascinantes, lo que le permite a McQueen satisfacer su gusto por el thriller y al mismo tiempo hacer espacio para un estudio sofisticado del matrimonio, el posicionamiento de los grupos marginados en la sociedad y las ambiciones de la política norteamericana. La historia de Veronica es magnética desde el inicio, explorando su dolor después de una pérdida tan devastadora, que al final aprendemos que no es su primer roce con la tragedia. Ella representa la indefensión y la sumisión femenina transformándose en empoderamiento; McQueen presta cuidadosa atención a una mujer asustada y aferrada a un objetivo: comandar un complot para que su vida vuelva a funcionar. Pero Widows no se detiene en el estudio de este personaje; McQueen nos sumerge en las entrañas del tiroteo policial, en la violencia de Chicago -con un perturbador Daniel Kaluuya que interpreta a uno de los matones de Jamal- y el ardor de la desilusión matrimonial, y aquí hay una gran cantidad de daño psicológico y físico para estudiar. Si bien es cierto que los montajes de entrenamiento y las transformaciones del resto de las viudas necesitarían mayor tiempo en pantalla, el director mantiene su mano firme para explorar una de sus preocupaciones constantes -la identidad- en lugar de solo enfocarse en el robo -cuya edición de Joe Walker y la banda sonora de Hans Zimmer ayudan para generar el suspenso que exige la secuencia-. Eventualmente Widows se convierte en un tenso frenesí, pero el viaje hacia la liberación y el cuestionamiento de la ley resultan más satisfactorios que el simple mecanismo criminal al que recurre del director.
Fecha de estreno en México: 30 de noviembre, 2018.
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