Lee aquí nuestra reseña de Volando bajo

Beto Gómez (Puños rosas, 2004 ; Salvando al soldado Pérez, 2011) dirige su sexto largometraje, Volando bajo, un musical con tintes de melodrama que busca parodiar a través de una banda ficticia de pop grupero, a conjuntos como Los temerarios, Los Bukis y Los Yonics. La película revisa la historia de ascenso y separación de Los Jilgueros de Rosarito, dos amigos de la infancia que se convierten en el dueto musical más famoso de México de los años ochenta; Chuyin Venegas (Gerardo Taracena) y Cornelio Barraza (Rodrigo Oviedo). Después de la disolución de la asociación, Venegas consigue una exitosa carrera como solista y decide residir en el extranjero. Años después, al enterarse de la muerte de su camarada, revivirá los mejores momentos junto a su amigo y excolega.

Volando bajo se anuncia como una comedia ligera que busca homenajear a la música y al cine popular de los años ochenta, pero en su afán del chiste fácil termina caricaturizando a los protagonistas. El guión los diálogos anodinos ofrecen un retrato estereotiapado –mal gusto en la forma de vestir, en las canciones, y en los modales–  de los músicos del género grupero.

VSM (@SofiaSanmarin)

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