Marty Mcfly (Michael J. Fox) ha vuelto a 1985 con éxito de su viaje al pasado, en el que pudo cumplir la misión de reunir a sus padres para poder garantizar su propia existencia. Al menos eso parece en los primeros minutos de la cinta, cuando se encuentra con su novia Jennifer Parker (Elisabeth Shue) con la que piensa ir de paseo. Pronto se da cuenta de que los problemas no han terminado, el Dr. Emmet Brown (Christopher Lloyd), mejor conocido como “Doc”, irrumpe con su máquina del tiempo (construida en un automóvil DeLorean) diciendo que es necesario viajar al futuro para rescatar al hijo de ambos de ser encarcelado. Así, viajan al 21 de octubre del 2015, con un plan aparentemente sencillo de ejecutar: Marty se disfrazará de su hijo, asistirá a la cafetería “80’s” y dirá “no” a la propuesta que le harán. El Doc es muy específico, Marty no debe realizar ninguna otra acción, no debe tocar nada ni hablar con nadie más, porque podría alterar el curso de la historia. Sin embargo, la desobediencia del adolescente los obligará a viajar nuevamente a los años cincuenta para impedir que sucedan acontecimientos que han transformado el 1985 que ellos conocían.
Robert Zemeckis, director de películas como Náufrago (Cast Away, 2000), Contacto (Contact, 1997) o Forrest Gump (1994), en conjunto con Bob Gale y con la producción de Steven Spielberg, construyó una historia de viajes en el tiempo que mezcla aventuras, comedia y ciencia ficción. Ver en el 2015 una película de 1989 que plantea una visión de futuro ubicada en este año, hace casi inevitable comparar lo que está en la pantalla con lo que vivimos en nuestro día a día. Podemos claramente enlistar lo que se ha cumplido y señalar la ausencia de los tenis que se ajustan solos o la chaqueta que se seca por sí misma, las pizzas que se hidratan o los autos voladores. Volver al futuro II pudo no haber acertado del todo en el diseño o en sus ideas futuristas, pero sus recursos técnicos sí son una marca visionaria. El uso de compositing y del VistaGlide motion control camera system, permitió inserciones de efectos especiales realizados por computadora dentro del filme (como la aparición doble del mismo actor en pantalla simultáneamente) que en la década de los ochenta fueron revolucionarios y que ahora son parte de nuestra visión cotidiana. Otro aspecto interesante de un análisis anacrónico, es observar los cambios que han surgido en las últimas décadas con respecto al papel que juega la mujer dentro de la sociedad y la forma en la que se construye una familia. En el 2015 de Volver al futuro, Zemeckis muestra a una familia apegada a los ideales de Estados Unidos en tiempos de la Guerra Fría. También tradicional es la estructura narrativa de la película, que aunada a un buen ritmo, permiten que el espectador comprenda con facilidad la historia a pesar los viajes y las distintas ubicaciones temporales. Las actuaciones y la construcción de los personajes, aunque exacerban ciertas características para hacer una clara diferenciación entre el héroe, sus asistentes y sus opositores, sin rebelarse contra los clichés, funcionan dentro de la fórmula del género. Y aunque podrían darse diversos debates sobre el planteamiento del viaje al futuro o al pasado, de las posibilidades de paradojas temporales y universos fraccionados, al final de cuentas es un filme sin pretensiones de apego estrictamente científico.
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Fecha de reestreno en México: octubre 21, 2015.