Dos historias discretas, con 50 años de diferencia, se entrecruzan hasta que en el clímax del filme se revela cómo los relatos se cruzan y se enriquecen mutuamente. En Minnesota en 1977, un joven llamado Ben (Oakes Fegley) se va a vivir con sus tíos después de la repentina muerte de su madre (Michelle Williams), que nunca pudo revelarle la identidad de su padre. Mientras busca pistas, Ben es alcanzado por un rayo y queda sordo. A pesar de ello, el chico se escapa de la ciudad en un autobús rumbo a Nueva York para buscar a su padre. Una vez allí, se hace amigo de Jamie (Jaden Michael), otro chico solitario que le presenta a Ben las salas ocultas y los espacios más recónditos del Museo Americano de Historia Natural. La otra historia está ambientada en 1927, y sigue el viaje de Rose (Millicent Simmonds), una niña sorda que se sube al ferry rumbo a Nueva York desde su casa en Hoboken, New Jersey. Ella es una niña infeliz y también obsesionada con conocer a una actriz del cine silente (Julianne Moore), que está lista para debutar en el teatro musical de Broadway. Sin embargo, una vez que se cumple su sueño, la niña se desilusiona y se dirige al mismo museo que Ben visitaría 50 años después.
Brian Selznick -escritor de literatura infantil, y autor de La invención de Hugo Cabret- ha adaptado su propia novela infantil para el guion de Wonderstruck (2017) y es probablemente la primera película de Todd Haynes (Far From Heaven, 2002; Carol, 2015) que aspira a llegar a un público más joven con una notable descripción y tratamiento adulto de los misterios de la infancia. Los dos períodos de la película son fáciles de diferenciar: la historia que tiene lugar en 1927 se presenta en blanco y negro y no tiene sonido -se ve y suena como una película muda- mientras experimentamos el mundo desde la perspectiva de Rose. El material de 1977 está en color y lleno de sonidos. Hay una elegante simetría para las dos historias. Ambos niños buscan a la figura paterna (o materna) ausente. Ella quiere volver a conectarse con la madre, que ha renunciado a su responsabilidad materna para centrarse en su carrera como actriz. Ben está siguiendo un tenue rastro de papel que espera que lo lleve al padre que nunca conoció. Ambos niños encuentran respuestas en el Museo Americano de Historia Natural. Haynes captura ambos períodos con notable detalle. Aunque la música de Carter Burwell (Where the Wild Things Are, 2009) es invasora e incesante y busca disfrazar las pequeñas debilidades de la trama y la arquitectura narrativa de Selznick, las contribuciones del cinefotógrafo Ed Lachman (The Virgin Suicides, 1999; Carol, 2015) y de la diseñadora de vestuario Sandy Powell (The Aviator, 2004; Hugo, 2011) se suman al hechizo mágico de la película. Un diorama de la ciudad de Nueva York que sirve como el magnífico escenario para los últimos compases del filme es digno de contemplar, sin embargo la conclusión de la historia es más atractiva visualmente que narrativamente satisfactoria.
Fecha de estreno en México: 19 de enero, 2018.
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