Entrevista: Luis Fernando Galván (@luisfer_crimi), Alfonso Flores-Durón (@SirPon)

Cámara: Luis Fernando Galván

Edición: Alo Valenzuela (@AloValenzuela)

Aparentemente alejada del drama cercano, abrumador de su filme previo, El sueño de Lú, es el proceso de asimilar, sobrellevar o sublimar un profundísimo dolor lo que hace que Despertar el polvo sea, en realidad, un proseguimiento de la sinuosa exploración que sobre el tema lleva a cabo su director, Hari Sama.

Esta vez lo hace tomando cierta distancia, observando con perspectiva,  colocando a su personaje principal en la áspera escenografía que representan zonas bravas de la Ciudad de México y, al hacerlo, inserta un comentario social que dimensiona con lo externo la sensación de abandono, soledad y desamparo que, sin duda, el hombre carga en lo interno.

Formalmente también Sama experimenta. Divide el filme en dos apartados: en un principio es contemplativo, el seguimiento de la monótona cotidianeidad en la que el cambio de ángulo de la luz solar es una evento lo suficientemente drástico para el día a día; en otros se convierte en documental para meter la cámara a capturar cuanto ocurre en la línea de fuego, con el nerviosismo que le provocan las situaciones que atestigua.

Platicamos con Hari sobre “las posibilidades que ofrece la vida a los seres humanos cuando enfrentamos conflictos profundos”, sobre Chano, su gran personaje central, acerca de las problemáticas de la Ciudad de México y su corrupción, la convulsa realidad actual del país y, también, sobre las posibilidades de la luz.

AFD 

Ve nuestra entrevista a Hari Sama (El sueño de Lú)

Lee nuestra reseña de Despertar el polvo

Despertar el polvo estrena hoy en el circuito cultural de la Ciudad de México.