Entrevista y cámara: Alfonso Flores-Durón (@SirPon)
Edición: Sofía Ochoa (@SofOchoa)
Como muchos documentalistas, Karina Garcia Casanova se inició casi de manera inocente. Durante sus estudios de Filosofía y Letras en Canadá decidió darse una oportunidad como cineasta, pues esta era su verdadera pasión. En esa víspera su madre tuvo un trastorno nervioso; después de un colapso, fue diagnosticada como bipolar. La experiencia la hizo pensar que quizá le quedaba poco de su madre como la había conocido. Quizá un día, sin aviso, cambiaría y su madre como la conocía no volvería más. Sintió la necesidad de tomar la cámara y congelar su recuerdo en imágenes. En otro momento, en una materia de cine de la universidad le pidieron hacer un cortometraje en un mes. Su hermano estaba volviendo de haber pasado una temporada en México, a Canadá. Sabía que ahí había una historia. Tomó la cámara y fue a grabarlo. Hasta qué punto estas dos historias se entrelazarían es lo que vemos en Juanicas, una ópera prima personalísima sobre las enfermedades mentales y sus consecuencias en las personas alrededor, un filme sobre el poder del cine para mostrar y no solo contar, sino también hacer historias. Para Karina, la cámara fue camino, testigo y tabla de salvación.
En entrevista con ella nos habló sobre cómo fue el proceso de hacer el documental, sobre cómo la cámara fue haciéndose transparente, cómo fue que tomó la decisión de ponerse a ella frente a la cámara y sobre cómo el proceso de filmar fue terapéutico.
SOR (@SofOchoa)
Juanicas puede verse actualmente en cartelera.