México, 2014.
Entrevista y cámara: Luis Fernando Galván (@luisfer_crimi)
Edición: Sofía Ochoa (@SofOchoa)
Para su ópera prima, Los bañistas (2014), el director nacido en Uruguay y radicado en México desde hace varios años, Max Zunino, tomó como fuente de inspiración el llamado 15-M o “movimiento de los indignados” –ocurrido en mayo de 2011 en España, donde los ciudadanos salieron a las calles y plazas para levantar su voz contra la corrupción, el paro laboral, la injusticia social y la crisis económica–, pero lo trasladó al complejo contexto mexicano, específicamente a las protestas que se llevaron a cabo en la capital a finales de 2012 cuando varios sectores de la sociedad, incluyendo jóvenes universitarios, se manifestaron en contra de Enrique Peña Nieto, cuando éste apenas se perfilaba para tomar posesión como Presidente. En medio de esta crisis moral, ajetreo social y bullicio urbano, Zunino propone un relato –coescrito con la joven actriz mexicana, Sofía Espinosa– sobre la solidaridad, donde los personajes se ven orillados al aislamiento emocional y deben vencer sus egoísmos para crear un sentido de comunidad y convivencia con la intención de hallar su lugar en este mundo.
Platicamos con Max Zunino y Sofía Espinosa sobre el origen del proyecto y cómo ella, con una carrera en la actuación, decidió incursionar en el proceso de la escritura del guión y en la producción del filme. Ambos compartieron las ideas y emociones que se desprenden al trabajar en un filme que aborda temas vinculados a la integración social, el sentido de comunidad, la fraternidad, la solidaridad y el egoísmo. Zunino también habló respecto al trabajo con los actores y las dificultades que se presentaron durante el rodaje, así como el compromiso de cada uno de sus colaboradores.
LFG