Lee aquí nuestra minicrítica de ¡Que viva la música!
Entrevista: Alfonso Flores-Durón (@SirPon) Follow @SirPon y Sofía Ochoa (@SofOchoa) Follow @Sofochoa
Edición: César Flores Correa
En marzo pasado tuvimos la oportunidad de ver, en el marco del FICG, ¡Que viva la música!, filme colombiano del director Carlos Moreno, una brillante adaptación de la novela de culto de Andrés Caicedo, un "escritor maldito", joven precoz y genial, dramaturgo y crítico de cine originario de Cali que prometió suicidarse en el momento en que viera publicada su primera novela (¡Que viva la música!) y lo cumplió. Tenía apenas 25 años. Pero más allá del morbo que pueda generar un hecho trágico con aparentes tintes de espectacularidad como ése, su obra tiene un enorme valor artístico por la portentosa capacidad que tenía Caicedo para manejar el lenguaje como auténtico medio para expresar a un tiempo una filosofía de vida (nihilista, desencantada, rabiosa, impetuosa, trágica) y reflexiones sobre el estado de las cosas a principios de los setenta en su ciudad natal, sobre la hipocresía y las formas decadentes de las que se revestía la sociedad caleña, con incisivos comentarios sobre lo que conocía, lo que intuía, lo que experimentaba. Por encima de todo, habló sobre la importancia de ser joven, de vivir la vida de forma impetuosa, sin guardarse nada, como si no hubiera mañana (porque no debía haberlo), con la música y la noche como motores y guías, pareja inseparable con la que debía hacerse un pacto de vida, que fácilmente podía volverse de muerte.
La película captura de forma sobrecogedora y sensual toda la poesía, la atmósfera y la verdad vertida en el libro. Las imagenes de Moreno hacen justicia al célebre status de la obra literaria y, en buena medida, lo consiguen gracias al espléndido trabajo de Paulina Dávila, quien habita el cuerpo, la mente y el recuerdo de Maricarmen, la protagonista 'desclasada' que actúa como alter ego de Caicedo, de forma en que logra que el personaje cobre la vida que, seguramente, le imaginó su autor.
Tras la proyección del filme tuvimos la oportunidad de platicar con Paulina sobre su forma de acometer tan exigente desafío, la pertinencia del trabajo de Caicedo y las convulsiones morales que provoca ¡Que viva la música! en quien la lee y, ahora, en quienes la ven.
EF
¡Que viva la música! estrena el 30 de octubre en Colombia