Viaje al centro

Entrevista con Rubén Imáz, Alejandra Ambrosi  

Entrevista: Sofía Ochoa

Edición: Ana Portilla

Cámara: Canana

Se trata de un díptico. “De una película tanatológica, una medicina de sanación espiritual” agregaría el director, Rubén Imáz. La ciudad-el desierto, el luto-la sanación, la vida de Sebastián (Unax Ugalde)-la película de Rubén. Entre uno y otro se dibuja el melancólico y amórfico perfil de una vida que se repone de la pérdida de la amada a través de un viaje por las calles de la Ciudad de México y el desierto que colinda con el mar de Kino, Sonora. Un panorama que por sí solo ameritaría una película. Quizás así lo pensó Rubén cuando, antes de filmar, a través de la ventanilla del avión, mientras sobrellevaba su tristeza, divisó la colindancia entre esos tres paisajes infinitos, en donde lo mortal se confunde con lo divino.

“Una historia de empatías” dice Alejandra Ambrosi, Emilia en la película. Se refiere a la relación que se teje a través de miradas, de sonrisas, entre los personajes de la película, los dos víctimas de la ausencia de los seres queridos. Aunque también podría referirse a la que la unió a ella con Rubén; una historia de pérdidas y, ahora, de ganancias.

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