Luego de que la adolescencia se volviera un grupo cultural importante en la década del 50 y de que la Nueva Ola Británica comenzara a contar historias nítidas sobre la clase trabajadora, las películas británicas dirigidas a la juventud o sobre ellas y sus romances incrementaron. Muchos de aquellos filmes trataban de las realidades, a menudo duras, del amor juvenil: decepciones, corazones rotos, discordia marital, embarazos no planeados y tragedias que demolían los corazones y los futuros posibles. Es una curva de aprendizaje difícil para los adolescentes embrutecidos con almas vulnerables y mentes impresionables, ya que los cúlmenes emocionales están mezclados con depresiones descomunales.
A tiempo que la era progresaba, también lo hicieron las representaciones del amor adolescente; el sexo y las relaciones interraciales reflejaban la vida de aquel entonces, con la homofobia y el racismo añadiendo complicaciones a las historias. Crecer y encontrar un lugar en el mundo como un adulto es difícil y muchos de los romances adolescentes son verdaderas lecciones de vida. Ser joven y estar enamorado en el cine británico es sinónimo de tener esperanzas y sueños. Aquí están los mejores filmes sobre el tema:
A Taste of Honey (Dir. Tony Richardson, 1961)
The Leather Boys (Dir. Sidney J. Furie, 1964)
Deep End (Dir. Jerzy Skolimowski, 1970)
Gregory’s Girl (Dir. Bill Forsyth, 1980)
The Rachel Papers (Dir. Damian Harris, 1989)
Young Soul Rebels (Dir. Isaac Julien, 1991)
Beautiful Thing (Dir. Hettie Macdonald, 1996)
My Summer of Love (Dir. Pawel Pawlikowski, 2004)
An Education (Dir. Lone Scherfig, 2008)
Submarine (Dir. Richard Ayoade, 2010)
Trad. EnFilme
Fuente: British Film Institute