La trayectoria de aquellos actores y actrices que pasan a la historia está marcada no sólo por sus dotes interpretativas, sino también por su intuición y su buen tino a la hora de elegir papeles que les permitan exponer su talento y alcanzar una mayor proyección. A continuación te presentamos diez casos de estrellas que, en su momento, descartaron la opción de interpretar a personajes tan emblemáticos como James Bond o Forrest Gump, que a la larga incrementarían la fama de quienes los terminaron encarnando como resultado de ese juego impredecible entre el azar y la oportunidad.
Hugh Jackman rechazó en 2011 la oferta de interpretar a James Bond por problemas de agenda, pues estaba a punto de comenzar el rodaje de X-Men 2. El papel recayó finalmente en Daniel Craig, quien desde Casino Royale se ha puesto en la piel del agente 007 con gran aceptación por parte del público y la crítica.
Robert Downey Jr. era la primera opción de Alfonso Cuarón para interpretar al astronauta Matt Kowalski en Gravity, pero curiosamente el actor de Iron Man no creyó sentirse cómodo con el entorno tecnológico que, en su opinión, podía afectar su actuación. George Clooney, en cambio, pareció sentirse a sus anchas flotando en el espacio.
Vivian Ward, el personaje de Pretty Woman que significó un enorme trampolín al éxito para Julia Roberts, iba a ser en principio interpretado por Molly Ringwald, cuya popularidad en los ochenta le ocasionó problemas de agenda para aceptar el papel y que, con los años, fue cayendo en el olvido.
El primer actor considerado para correr en los zapatos de Forrest Gump fue nada más ni nada menos que John Travolta, quien en varias ocasiones ha reconocido que rechazar ese papel ha sido uno de los mayores errores de su carrera. Para Tom Hanks, en cambio, significó su segundo Óscar.
A Sean Connery le llegó la oferta de adquirir los poderes mágicos de Gandalf en The Lord of The Rings, pero rechazó el papel porque ‘no lo entendía’. El enorme sombrero del mago fue a parar a la cabeza de Ian McKellen, quien lograría una de las actuaciones más entrañables de su carrera.
Su embarazo le impidió a Annette Benning enfundarse en el traje de Catwoman para Batman Returns, siendo remplazada por Michelle Pfeiffer, quien encarnó con talento y elegancia esa malicia felina.
Sería difícil imaginar a alguien que no fuera Scarlett Johansson en el papel de Black Widow en Iron Man 2, pero si Emily Blunt no hubiera estado ocupada en el rodaje de Gulliver’s Travels, habría entrado a formar parte del universo Marvel.
Will Smith fue considerado para el papel de Neo en The Matrix, pero lo rechazó y éste cayó en manos de Keanu Reeves, a quien Smith le reconoce su gran trabajo, afirmando incluso que no podría haberlo hecho mejor.
A pesar de que a Kevin Costner le causó una gran impresión el guión de Shawshank Redemption, declinó la oferta de interpretar a Andy Dufresne, personaje con el que Tim Robbins conseguiría una de las mejores actuaciones de su carrera. Kevin Costner prefirió embarcarse en el proyecto de Waterworld, ese fracaso acuático del que más le habría valido escapar.
Por problemas de agenda, Charlie Hunnam rechazó el morboso papel de Christian Grey en Fifty Shades of Grey, el cual recayó en Jamie Dornan. Si bien hubo quien cuestionó los verdaderos motivos de Hunnam para declinar la oferta, éste aseguró que se trataba de una sobrecarga de compromisos y que le pesaba mucho no haber participado en la adaptación del libro de E.L. James.
JCC (@jcarrioncastro)
Fuente: Entertainment Weekly