La epopeya cinematográfica nació cuando el cine estaba apenas en su adolescencia. En 1907, la primera adaptación cinematográfica no oficial y bastante discreta de Ben-Hur fue producida por la compañía estadounidense Kalem. Con sus 15 minutos de duración, no podía esperarse que llegara a las mismas dimensiones narrativas que la novela en la que se inspira, pero sí hizo ruido en una carrera de carreras, filmada en una playa de Nueva Jersey. En 1914, D.W. Griffith creó una épica americana cuando dirigió Judith de Bethulia, un cuento bíblico protagonizado por Blanche Sweet y Henry B. Walthall, que en su tiempo se sintió seriamente sustancial, y los críticos de EE.UU. quedaron gratamente impresionados, con Motion Picture World llamándolo “una obra fascinante de alto arte”.
La industria cinematográfica italiana superó a Griffith con Quo Vadis, un filme de dos horas de duración estrenado en 1913. Esta historia de la tiranía del emperador Nero fue escrita y dirigida por Enrico Guazzoni y puede considerarse un antecedente directo de los blockbusters debido a que contó con 5 mil extras trabajando alrededor de algunos impresionantes y vastos sets de filmación. Sin embargo, Napoleón, la impresionante biopic de 1927 dirigida por Abel Gance, coloca a la mayoría de las otras películas a la sombra. Pocas obras cinematográficas pueden presumir de su escala gigante, temas monumentales y técnicas audaces para reconstruir la historia y el drama.
Aquí te compartimos 10 fascinantes épicas del cine silente, una lista elaborada por Pamela Hutchinson –colaboradora del British Film Institute–:
Cabiria
Dir. Giovanni Pastrone, Italia, 1914.
Durante las Guerras Púnicas, la pequeña Cabiria y su nodriza son raptadas durante la confusión causada por la erupción del Etna. Cabiria es vendida en Cartago para ser sacrificada en el templo de Moloch. Fulvio Axilla, un espía romano, y su esclavo Maciste la rescatan y queda al cuidado de la reina Sophonisba. Diez años después, con la caída de Cartago, Cabiria vuelve con Fulvio.
Intolerance
Dir. D.W. Griffith, Estados Unidos, 1916.
Clásico del cine mudo que muestra a través de varios episodios históricos las injusticias provocadas por la intolerancia religiosa y social. La idea inicial de Griffith era narrar las sangrientas huelgas de 1912 en EE.UU. (un huelguista es acusado de la muerte de su patrón), pero después decidió rodar tres episodios más: "La caída de Babilonia, "La Pasión de Cristo" y "La noche de San Bartolomé" (sangriento episodio de las luchas entre hugonotes y católicos que tuvo lugar en París en 1572). De presupuesto y recursos desmesurados para la época -una sola escena reunió a 15,000 extras y 250 carros- aún hoy sigue asombrando por su espectacularidad.
The Four Horsemen of the Apocalypse
Dir. Rex Ingram, Estados Unidos, 1921.
En vísperas de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), las dos ramas de una acomodada familia argentina se dividen en dos bandos: los Desnoyers, oriundos de Francia, y los von Hartrott, de origen alemán. Julio Desnoyers, un joven irresponsable y bohemio, tiene un romance con Marguerite, una mujer casada. Cuando estalla la guerra, el esposo de Margueritte se va al frente. Poco después, una serie de circunstancias hacen que Julio cambie radicalmente y decida trabajar para la Resistencia.
The Ten Commandments
Dir. Cecil B. DeMille, Estados Unidos, 1923.
Primera épica bíblica de la historia de Moisés dirigida por el propio Cecil B. DeMille, y que se superaría a sí mismo con creces en su remake de 1956. Se narra la historia de Moisés desde su infancia, cuando su madre lo abandonó en las aguas del río Nilo y fue salvado por la hija de Ramsés I, hasta la revelación de los Diez Mandamientos en el monte Sinaí.
Die Nibelungen
Dir. Fritz Lang, Alemania, 1924.
Adaptación de una serie de leyendas germanas sobre los nibelungos, seres que habitan entre la niebla. Narra la historia de Sigfrido, hijo de un rey, que, tras forjar una maravillosa espada y convertirse en un hábil herrero, debe volver al castillo de su padre. Sin embargo, impresionado por la historia de la bella princesa Krimilda, decide conquistarla. Abandona entonces el castillo paterno con el propósito de vencer a un dragón, cuya sangre hace invulnerable al que se baña en ella.
Greed
Dir. Erich von Stroheim, Estados Unidos, 1924.
Una mujer a la que le ha tocado la lotería se casa con un presunto dentista. El novio abandonado lo acusa de no tener licencia para ejercer como tal. A causa de ello, el matrimonio vive con dificultades, pero la mujer ahorra compulsivamente. Finalmente, la avaricia y los celos desembocarán en tragedia. Existen dos versiones: la censurada, de dos horas y media, y la completa, de cuatro horas.
Ben-Hur: A Tale of the Christ
Dir. Fred Niblo, Estados Unidos, 1925.
La acción se sitúa en el año 26 d.C. Roma somete a los hebreos a una violenta represión. Judah Ben-Hur, un joven judío de familia acomodada, conversa con Messala, un antiguo amigo de la infancia que se ha convertido en centurión romano. Ha pasado mucho tiempo desde entonces, y Messala ya no es el mismo.
Le joueur d'échecs
Dir. Raymond Bernard, 1927.
En 1776, la Lituania polaca se encuentra bajo la opresión de la zarina Catalina II de Rusia. Ésta, como modo de comprobar la lealtad de los polacos, crea un regimiento ruso-polaco poniendo al mando del mismo al coronel polaco Boleslas Vorowski, corazón de la independencia polaca. Asimismo, Sophie Novinska, hermana de adopción del anterior, representa el símbolo del espíritu invencible de un pueblo oprimido por lo que todos los polacos de la ciudad de Vilnius la adoran con todo su alma. Al mismo tiempo el barón von Kempelen, inventor de autómatas, presenta ante la corte del rey Stanislas de Polonia y la corte de la zarina Catalina II de Rusia, su última creación, un autómata que juega al ajedrez y al que llama "El Turco". Muy pronto la lucha por la independencia de Polonia iniciada con el levantamiento de Boleslas se trasladará a un tablero de ajedrez donde los adversarios de ambas partes serán la propia zarina Catalina II de Rusia y el propio autómata.
Napoleon
Dir. Abel Gance, Francia, 1927.
El golpe de estado del 18 Brumario de 1799, que significó el fin de la Revolución Francesa, puso el poder en manos de Bonaparte, el más prestigioso de los generales franceses, sobre todo después de sus brillantes campañas en Italia y en Egipto. Desde 1799, Napoleón no sólo fomentó la difusión de las ideas revolucionarias, sino que, además, se lanzó a la conquista de Europa. En 1804 se autoproclamó emperador de Francia con el nombre de Napoleón I. Tras esta versión de 1927, Gance hizo una versión sonora en 1935.
Oktyabr
Dir. Sergei M. Eisenstein, Unión Soviética, 1928.
Reconstrucción de los acontecimientos ocurridos desde Febrero hasta Octubre de 1917. Una película en la que, siguiendo la filosofía comunista, no había personajes principales. La habilidad de Eisenstein y su experiencia se ve en los rápidos movimientos y en el ritmo en el montaje, así como en la construcción de intensas secuencias que no fueron bien entendidas por las tempranas generaciones rusas. El estreno se retrasó hasta 1928 debido a la presión de algunos grupos influyentes y, además, se cortaron algunas escenas. Aparecen en el filme muchos de los protagonistas de la revolución: los Guardias Rojos, los soldados y los marineros.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: British Film Institute