La ciencia ficción es un género difícil de representar con verosimilitud en la pantalla grande incluso para los más experimentados cineastas, especialmente si el proyecto propuesto exige un presupuesto sustancial y la participación de un equipo de producción enorme. La ciencia ficción, por su propia naturaleza, trata requiere de escenarios fantásticos en su concepto, por lo que pueden ser difíciles de visualizar de manera convincente. El género exige una suspensión de la incredulidad en los espectadores que es mucho mayor que la que se requiere para una comedia romántica promedio o un drama realista. ¿Por qué un cineasta novato asumiría tal desafío para su primera película?
El crítico e investigador Neil Mitchell –colaborador del British Film Institute– propone una lista de los 10 debuts cinematográficos más audaces que abordaron el género de la ciencia ficción.
THX 1138
Dir. George Lucas, 1971.
Seis años antes de su estrellato cultural del pop con el lanzamiento de la épica ópera espacial de Star Wars (1977), el cineasta, entonces novato, entregó una película de ciencia ficción de un tipo muy diferente en THX 1138. El debut de Lucas es una elegante y socialmente consciente visión distópica de la vida en el siglo XXV. Con las sombras de 1984 y Brave New World, el filme es una visita al futuro donde el amor es el máximo crimen.
Silent Running
Dir. Douglas Trumbull, 1972.
Un reflexivo filme que se ambienta en un futuro en el que toda la vida vegetal en la Tierra se ha extinguido. En una estación espacial, un científico (Bruce Dern) es el responsable de mantener con vida las últimas especies botánicas de la Tierra, pero recibe la orden de destruirlas.
Westworld
Dir. Michael Crichton, 1973.
Esta influyente obra de ciencia ficción postuló un perturbador escenario para todos los turistas que buscan emociones en algún parque temático al obtener más de lo que esperaban después de que los sofisticados androides del parque funcionaran mal y se embarcaran en un alboroto brutal.
Dark Star
Dir. John Carpenter, 1974.
La falta de papel higiénico, un animal de compañía rebelde y una bomba que habla son sólo algunas de las maravillosas distracciones que oscurecen el claustrofóbico y tedioso estado de ánimo de la tripulación del buque explorador Dark Star en el debut sardónico de ciencia ficción de John Carpenter. Uno grupo de astronautas tiene la misión de volar un planeta inestable, hasta que la bomba comienza a preguntarse por el sentido de la vida en esta sátira de bajo presupuesto.
Phase IV
Dir. Saul Bass, 1974.
Después de forjarse una carrera –ahora legendaria– como diseñador gráfico de secuencias de títulos de créditos trabajando con Otto Preminger, Alfred Hitchcock y Stanley Kubrick, Saul Bass dirigió su único largometraje en 1974, la monumentalmente extraña Phase IV. Planteada como un documental, la historia explica y demuestra cómo las hormigas serían las dueñas del mundo si estuvieran en igualdad de condiciones intelectuales con el ser humano.
Mad Max
Dir. George Miller, 1979.
En términos de su producción, el debut ardiente, violento y ahora icónico de George Miller, Mad Max, mostró un desprecio flagrante por la salud y la seguridad y está tangiblemente poseído con un espíritu rebelde y punk. En un futuro posnuclear, Max Rockatansky, un policía encargado de la vigilancia de una autopista, tendrá que confrontar a unos criminales que actúan como vándalos, sembrando el pánico por las carreteras.
Primer
Dir. Shane Carruth, 2004.
Si había dudas persistentes de que se necesita un presupuesto sustancial para filmar una exitosa película de ciencia ficción, entonces la ópera primade Shane Carruth las extinguió. La ridícula cifra de 7,000 dólares fue suficiente para confeccionar una película ultra-inteligente, compleja y audaz sobre los viajes en el tiempo. Cuatro hombres trabajan en un garaje construyendo aparatos altamente complejos. En parte por accidente y en parte por su pericia, descubren un mecanismo dotado de poderes que les permite conseguir casi todo lo que quieran. Se trata de un hallazgo que podría cambiar el mundo, pero que pondrá a prueba las relaciones entre sus inventores.
Los cronocrímenes
Dir. Nacho Vigalondo, 2007.
Un hombre descubre a través de sus prismáticos a una preciosa joven e intenta encontrarla en la profundidad del bosque. De repente, un individuo armado con unas tijeras y la cara vendada lo ataca por la espalda, a pesar de lo cual consigue huir y llega a un laboratorio científico situado en mitad del bosque. Allí, una máquina le ofrece la oportunidad de realizar un viaje extraordinario, un viaje en el que la posibilidad de encontrarse a sí mismo será la primera de una serie de catástrofes de consecuencias imprevisibles.
District 9
Dir. Neill Blomkamp, 2009.
Adaptado de su anterior cortometraje de cinco minutos, Alive in Joburg (2005), el debut de larga duración de Neill Blomkamp, District 9, se centra en la llegada de una enorme nave espacial a Johannesburgo (Sudáfrica), los alienígenas fueron encerrados en campos de concentración en calidad de refugiados. Unos veinte años antes, cuando los extraterrestres entraron en contacto con nuestro planeta, los hombres esperaban un ataque hostil, o un gran avance tecnológico, pero nada de ello sucedió.
Moon
Dir. Duncan Jones, 2009.
Para Sam Bell (Sam Rockwell), el inminente fin de su turno de solo tres años en una mina lunar trae consigo sueños de regresar a la Tierra y reunirse con su esposa e hija. Desafortunadamente para Sam, todo lo que él piensa que sabe se revela para ser una mentira cruel en el debut irresistible de Duncan Jones.
EF (@EnFilme)
Fuente: British Film Institute