Barcelona puede tener a Gaudí, el glamour, las Ramblas y el mar, pero es Madrid la que se ha erigido como una protagonista más potente para algunos de los directores más resonantes del cine español.
Franco pudo haber tratado de controlar la imagen de España que circulaba en el cine a través de la censura, pero las películas ambientadas en Madrid de los años posteriores a la guerra civil presentan un espacio de decadencia, de lucha, pobreza y peligro –como en el drama neorrealista Surcos (1951) y el thriller negro Siempre vuelven de madrugada (1949)–. La claustrofobia de la sombría casa de Cría cuervos (1976) que las hermanas dejan al final de las vacaciones escolares, funciona como una metáfora de una nación aislada que se abre al mundo exterior con la muerte de Franco.
El nuevo espíritu de la España democrática se materializa en el Madrid de Pedro Almodóvar –un lugar de diversión y frescura; un espacio de posibilidades ilimitadas–. En sus 20 películas hasta la fecha, Almodóvar nos ha dado múltiples ángulos de Madrid: a partir de las urbanizaciones de hacinamiento en el barrio obrero de la Concepción, a lo largo de la arteria de Madrid, la M30, en ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984) a los pisos brillantes de la extensión del aeropuerto Adolfo Suárez de la ciudad en Volver (2006); del elegante bar de cócteles del Museo Chicote de la Gran Vía en Los abrazos rotos (2009) al viaducto de Segovia donde Alba intenta suicidarse en Los amantes pasajeros (2013); y desde el ajetreo de los Lavapiés densamente pobladas de Laberinto de pasiones (1982) al aburguesado barrio de las Salesas de Julieta (2016).
Pero Almodóvar es sólo uno de los muchos cineastas que se han inspirado en la atractiva y seductora capital de España. Críticos, cineastas, curadores y académicos como Maria Delgado, Sarah Wright, Peter William Evans, Joana Granero, Duncan Wheeler, Alberto Morais, Will Massa, Damon Wis , Mar Diestro-Dópido y Celestino Deleyto fueron convocados por el British Film Institute para elegir los mejores filmes ambientados en Madrid, y a continuación te compartimos el resultado.
Muerte de un ciclista
Dir. Juan Antonio Bardem, 1955.
Un profesor de universidad y su amante, una mujer casada de la alta burguesía, atropellan accidentalmente a un ciclista. Temerosos de que se descubra el adulterio, deciden ocultar el trágico accidente.
Las chicas de la cruz roja
Dir. Rafael J. Salvia, 1958.
Paloma, Isabel, Marion y Julia, cuatro chicas madrileñas pertenecientes a distintas clases sociales, se disponen a postular para la Cruz Roja en el día de la banderita. Las cuatro serán pretendidas por otros tantos jóvenes.
Aquí puedes ver el filme completo.
Los golfos
Dir. Carlos Saura, 1959.
Un grupo de amigos sobreviven como pueden en los arrabales de Madrid. Uno de ellos, Juan, quiere ser torero, y sus amigos cometen pequeños atracos para poder pagar su debut. Tras robar a un taxista, uno de ellos muere al intentar huir. El debut de Juan, resulta un fracaso; por si fuera poco, durante la corrida son reconocidos por la policía.
Mujeres al borde de un ataque de nervios
Dir. Pedro Almodóvar, 1988.
Pepa e Iván son actores de doblaje. Él es un mujeriego empedernido y, después de una larga relación, rompe con Pepa: le deja un mensaje en el contestador pidiéndole que le prepare una maleta con sus cosas. Pepa, que no soporta vivir en una casa llena de recuerdos, decide alquilarla. Mientras espera que Iván vaya a recoger la maleta, la casa se le va llenando de gente extravagante de la que aprenderá muchas cosas sobre la soledad y la locura.
Bajarse al moro
Dir. Fernando Colomo, 1989.
Basada en una obra de teatro de mismo título. Chusa vuelve del “moro”. No ha tenido suerte en las aduanas. Sin posibilidad de hacer negocio y sin mercancía, Chusa recurrirá a sus amigos para viajar a Marruecos a por más “chocolate”. Las cosas sencillas no lo son tanto si dependen de las complicaciones que las relaciones humanas pueden generar, como por ejemplo que una virgen no sirva para ese trabajo.
El sol del membrillo
Dir. Víctor Erice, 1992.
Un artista (Antonio López) trata de pintar, durante la época de maduración de sus frutos, un árbol —un membrillero— que hace tiempo plantó en el jardín de la casa que ahora le sirve de estudio. A lo largo de su vida, casi como una necesidad, el pintor ha trabajado sobre el mismo tema en muchas ocasiones. Lo que el artista no ha hecho nunca en su pintura del árbol es introducir entre sus hojas los rayos del sol. Desde el estilo que le es propio —un estilo que parte de la exactitud— esa tentativa posee una gran dificultad, se revela, según las circunstancias, casi como una imposibilidad. En esta ocasión decide afrontarla. Pero lo hace como es habitual en él, con una tensión razonable, sin perseguir siquiera el acabado del cuadro, sin otro afán que permanecer unas semanas junto al frágil y generoso árbol.
Tesis
Dir. Alejandro Amenábar, 1996.
Ángela, estudiante de Imagen, está preparando una tesis sobre la violencia audiovisual. Como complemento a su trabajo, su director de tesis se compromete a buscar en la videoteca de la facultad material para ella, pero al día siguiente es hallado muerto. Ángela conoce a Chema, un compañero experto en cine gore y pornográfico, y a Bosco, un extraño chico, amigo íntimo de una joven asesinada en una película “snuff”.
Aquí puedes ver el filme completo.
The Bourne Ultimatum
Dir. Paul Greengrass, 2007.
Tercera entrega de las aventuras del agente Jason Bourne, que sigue investigando quién es y qué hay realmente detrás del programa secreto de la CIA llamado Treadstone. Un reportero británico de "The Guardian" le pone sobre una nueva pista facilitándole el nombre de Blackbriar. Bourne dará con él en Londres, en un intento de encajar las últimas piezas de ese pasado que él aún intenta recuperar.
Los ilusos
Dir. Jonás Trueba, 2013.
Película sobre el deseo de hacer cine, o sobre lo que hacen algunos cineastas cuando no hacen cine; sobre perder el tiempo y el tiempo perdido; sobre conversaciones, borracheras, comidas y rutinas; sobre los paseos al salir del cine; sobre estar enamorado; sobre estar solo y estar con amigos, construyendo futuros recuerdos para una película futura.
Truman
Dir. Cesc Gay, 2015.
Julián (Ricardo Darín), un actor de teatro que padece un cáncer incurable, recibe la inesperada visita de un viejo amigo llamado Tomás (Javier Cámara), un hombre que viaja de Montreal a Madrid con la intención de ayudarlo a ordenar su vida debido a que el primero decide suspender todo tratamiento de quimioterapia para esperar con calma y tranquilidad su muerte. Entre los dos hay un antiguo y profundo vínculo de hermandad y complicidad. Tomás espera que, a través de este cariño, Julián tome las decisiones correctas, entre ellas, cómo darle la noticia a su hijo que vive en Ámsterdam.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: British Film Institute