Video. ‘Persona: Un poema en imágenes’, documental sobre el filme de Ingmar Bergman
Video. La influencia de ‘Persona’, de Ingmar Bergman, en el cine posterior a 1966
En su momento, Persona (1966) llegó a ser algo completamente distinto en el arte cinematográfico. Su creador, Ingmar Bergman, llevó su repertorio estilÃstico y temático a un nivel completamente nuevo. Fue una obra vanguardista y audaz, que reflexionó sobre el tema de la identidad, y logró presentar cuestiones ontológicas sobre el ser del cine. Escribir sobre Persona ha sido, para los crÃticos y teóricos, lo mismo que escalar el Everest para los alpinistas: un enorme desafÃo profesional. Raymond Bellour y Jacques Aumont, Robin Wood y Roger Ebert, Paisley Livingston y P. Adams Sitney, junto con Susan Sontag y Andrew Sarris, todos ellos han escrito con mucho cuidado y con una gran comprensión sobre el filme de Bergman, sin contar los varios libros y colecciones enteramente dedicadas a la pelÃcula.
Persona es instantáneamente reconocible gracias a dos momentos que se han convertido en sus emblemas: un chico tocando la cara de una mujer en una pantalla gigante y dos mujeres que se buscan, la una a la otra (y a nosotros), a través de un espejo imaginario. Ambas imágenes representan una idea del cine; son dos metáforas distintas, pero complementarias, de lo que es el cine: un portal, una ventana, un pasaje al que puede accederse (a veces, tocarse), un espejo, una reflexión, un prisma que devuelve la proyección. Persona es el cine sobre el cine (una postura que Bergman deja claro con el montaje de seis minutos del prólogo), y esa es una de las razones por las que es un desafÃo enorme e irresistible aproximarse a la pelÃcula.
En Images: My Life in Film (1994), Bergman declaró: “Siento que en Persona - y más tarde en Gritos y susurros- pude ir tan lejos como pude. Y es que en estos dos casos, cuando se trabaja con total libertad, toqué secretos sin palabras que sólo el cine puede descubrirâ€.
Estos “secretos†han inspirado a varios realizadores desde entonces. El mismo Bergman tomó varias de sus ideas para La hora del lobo (1968) y éstas se recuperaron en los juegos de poder narrados en Dead Ringers (1988) de David Cronenberg, Don’t Look Back (2009) de Marina de Van, Melancholia (2011) de Lars Von Trier, Clouds of Sils Maria (2014) de Olivier Assayas, y Queen of Earth (2015) de Alex Ross Perry, sólo por citar algunos.
Lo que la crÃtica de cine Miriam Bale ha denominado “intercambios de persona†está presente en Las amargas lágrimas de Petra von Kant (1972) de Rainer Werner Fassbinder, Single White Female (1992) de Barbet Schroeder, Black Swan (2010) de Darren Aronofsky, The Duke of Burgundy (2014) de Peter Strickland, mientras que otras variaciones del tema han impulsado a Jacques Rivette en Céline and Julie Go Boating (1974), Krzysztof Kieslowski en The Double Life of Véronique (1991) y Anthony Minghella en The Talented Mr. Ripley (1999).
Pero Persona también ha inspirado algunas citas visuales: la fugaz imagen de un pene erecto en Fight Club de David Fincher (1999), la araña que se arrastra en I’m Not There (2007) de Todd Haynes, la quema del celuloide en Two-Lane Blacktop (1971)  de Monte Hellman, la proximidad de las caras en The Silence of the Lambs (1991) de Jonathan Demme, entre otras.
El investigador, historiador y crÃtico de cine, David Parkinson, ha elaborado una lista publicada por el British Film Institute en la que rescata cinco filmes clave inspirados en Persona.
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Les Biches
Dir. Claude Chabrol, 1968.
Teniendo en cuenta algunos de los recursos estilÃsticos de Persona se inspiran en la Nueva ola francesa, resultó apropiado que Claude Chabrol le devolvió el favor al cineasta sueco en este estudio de la identidad, la cordura y la ambigüedad, que más tarde llegó a ser considerada por su creador como “la primera pelÃcula que hice exactamente como yo querÃaâ€. Los ecos de Vertigo de Alfred Hitchcock (1958) también reverberan en este filme sobre Frederique, una lesbiana rica y de temperamento apático, que recoge de la calle a Why, una joven artista callejera, y la lleva a vivir con ella a su casa de Saint Tropez. Durante algún tiempo son felices, pero en una fiesta Why comienza a sentirse atraÃda por Paul, un joven arquitecto que acaba seduciéndola. Frederique se enfurece y decide visitar a Paul para dejarle claro cuál es el precio de acostarse con Why. Es difÃcil pasar por alto la referencia a Liv Ullmann acariciando el cabello de Bibi Andersson asà como Jacqueline Sassard está detrás de Stéphane Audran mientras ella se aplica el brillo de labios en el espejo.
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Performance
Dir. Nicolas Roeg y Donald Cammell, 1970.
A pesar de que las obras de Jean Cocteau, Kenneth Anger, Francis Bacon, Jorge Luis Borges, Joseph Losey y John Boorman son las principales influencias de Donald Cammell y Nicolas Roeg, esta “historia de amor pervertida entre el homo sapiens y la violencia de la dama†le debe mucho a Persona. Un gánster fugitivo llamado Chas Devlin (James Fox) comienza a perder el control sobre su identidad mientras que cae bajo el hechizo de la estrella de rock, Turner (Mick Jagger). En un momento dado, las caras de Chas y Turner se disuelven en una imagen que se complementa con otra imagen, la del compañero de piso de Turner, Pherber (Anita Pallenberg). No es extraño que el lema de la pelÃcula era “Vice and Versaâ€.
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3 Women
Dir. Robert Altman, 1977.
Sobre la propuesta instantánea, personal y difÃcil de alcanzar de Robert Altman sobre una nación que sucumbe a la banalidad consumista, Philip French hizo una pregunta aplica por igual a Persona: ¿Es la pelÃcula un sueño o se trata de una serie de sueños? ¿Las mujeres interdependientes son una sola persona? Altman insiste en que tuvo la idea durante una noche perturbada mientras que su esposa estaba gravemente enferma en el hospital. Pero la influencia de Bergman es evidente que la manera en que la delirante Shelley Duvall parlotea como compulsivamente lo hacÃa Andersson, mientras que su cara se funde con la Sissy Spacek de la misma manera que Andersson se fusiona con Ullmann. Incluso al marido irresponsable Robert Fortier le resulta tan difÃcil reconocer a su esposa tal como le ocurre a Gunnar Björnstrand durante su breve visita a la costa.
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Stardust Memories
Dir. Woody Allen, 1980.
Woody Allen considera que Persona “es una obra de poesÃa en pantalla†y su influencia se deja sentir en Interiors (1978) y Another Woman (1988), que también contó con el trabajo del cinefotógrafo Sven Nykvist. Allen también satirizó Persona durante una memorable escena con Diane Keaton en Love and Death (1975). Pero el director estadounidense hace la referencia más sorprendente en Stardust Memories. El filme se centra en Sandy Bates, director de cine especializado en comedias, que asiste a una revisión de su obra en un hotel de la costa. Mientras a su alrededor todo el mundo quiere conocerlo y colmarlo de halagos, Bates se refugia en su interior para repasar los instantes más significativos de su vida sentimental y encontrar un sentido a su vida dentro de un mundo que cada vez le resulta más extraño e inhóspito.
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Mulholland Drive (2001)
Dir. David Lynch
Susan Sontag escribió que Persona posee “el escándalo de lo erótico; las polaridades de la violencia y la impotencia; la razón y la sinrazón; el lenguaje y el silencio; lo inteligible y lo ininteligibleâ€. Lo mismo podrÃa decirse de Mulholland Drive, ya que el cambio de dinámica entre Betty Elms / Diane Selwyn (Naomi Watts) y Rita / Camilla Rhodes (Laura Harring) se asemeja mucho a la de Alma y Elisabet. David Lynch mezcla y combina las caracterÃsticas, con Betty siendo una actriz como Elisabet, y agobiada por la culpa psicosexual como Alma. Pero nada en un “lugar de ensueño†es siempre lo que parece (particularmente una vez que se han roto las ilusiones) y, en ella, se encuentra la fascinación difÃcil de alcanzar.
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LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: British Film Institute